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El AT en el ámbito familiar
Cuando una persona manifiesta una enfermedad es un error pensar que sólo ella la padece, ya que la familia también la sufre. En estas ocasiones un acompañante terapéuticopermite atender a las necesidades particulares que presenta cada familia en su relación con el miembro que ha enfermado, y en torno a la enfermedad misma. Esto es posible, debido a que se relacionadirectamente con su función el hecho de acompañar a una persona en la cotidianeidad de su vida, lo que da cuenta de la distancia que produce una enfermedad entre quien la manifiesta y su entorno.
Siuno de los miembros de la familia ha cambiado en muchos aspectos a causa de un problema de índole física o mental, se percibe que se ha derrumbado un orden, una forma de ser. Por ejemplo cuandoalguien que antes podía realizar diversas actividades se advierte imposibilitado en algunas áreas, esto trae consecuencias: la familia entra en una crisis que es difícil de afrontar, alguien conocido pasa aser un extraño, surgen sensaciones y sentimientos que temen expresarse: culpa, bronca, angustia, temor… y suelen traducirse en situaciones de maltrato o sobreprotección.
Es por esto que laactividad del acompañante terapéutico, de descomprimir situaciones que tienen como núcleo a la enfermedad, permite armar un futuro dentro de las posibilidades latentes tanto de la familia como del paciente.Para lo cual es necesario poder limar los barrotes que la enfermedad ha creado alrededor del miembro que la manifiesta. En este proceso del trabajo, el AT está al servicio de fomentar un nuevovínculo entre el paciente y su entorno, comprendiendo que ya no es posible volver a un estado anterior supuesto ideal porque se ha perdido. Se trata, duelo mediante, de constituir nuevos vínculos entreviejos conocidos.
Es en lo cotidiano donde pueden percibirse canales comunes de comunicación entre los integrantes de la familia, que hasta el momento han permanecido vírgenes; con esta información...