Articulo productividad

Los costos y la crisis económica, por donde empezar?

Frente a los desafíos que la actual crisis económica, al igual que ocurrió con las anteriores desde que tenemos memoria, se plantea una especie de confrontación entre los que defienden a ultranza el libre mercado y la iniciativa empresaria y los partidarios del comportamiento solidario y el respeto a la dignidad de la persona. Ambasposturas son legítimas.
Como empresarios: ¿Qué debemos considerar al tomar decisiones que afectan al personal de nuestras empresas?
Cabe aquí hacer una mención especial y citar a Enrique Shaw, ex director ejecutivo de Rigolleau S.A., empresario, fundador de ACDE y que tiene iniciado un proceso de canonización, si empresario en vías de ser canonizado!
Ante la crisis planteada en el año 1959 escribióShaw:

Reflexiones sobre la situación actual en la que por falta de pedidos hay disminución de trabajo.

El trabajo del hombre es una realidad querida por Dios y santificada por Cristo. La desocupación es por ello un mal moral antes que un mal económico. Sus consecuencias han de ser cuidadosamente ponderadas antes de efectuar despidos y suspensiones…
La desocupación es un mal moral, porqueafecta, con su conjunto de sufrimientos a seres humano en su carne y en su corazón. La pérdida del empleo, la privación total o parcial del salario introducen en lo hogares afectados la angustia y la restricción aún en lo que atañe a las necesidades esenciales de la vida, arrastra consigo la inseguridad el temor por el mañana y con frecuencia la miseria. Ningún cristiano, ningún hombre de bienpude permanecer indiferente ante la posibilidad de un sufrimiento tal.
La desocupación es un mal moral porque atenta contra la dignidad de los hombres afectados por ella. El trabajador es un ser humano que ha comprometido en su trabajo su personalidad de hombre, no solo con sus energías físicas, sino también con su inteligencia, competencia su sensibilidad, su conciencia y derechos de hombre debien.
Es con frecuencia un esposo, un padre de familia o un hijo, que lleva con su trabajo sus preocupaciones, responsabilidades, sus cargas, su intención y el derecho de obtener con su labor los recursos necesarios para la vida feliz y el bienestar de los que ama, su mujer, sus hijos o sus padres. Tiene derecho a que se respete esta dignidad y misión suyas.
Esta dignidad es común a empleados yempleadores, razón por la cual han de valorar unos y otros, en un esfuerzo mancomunado para que no se den, en lo que de ellos dependa, circunstancias que hagan la desocupación inevitable. Unos y otros deben mantener, por lo tanto, en las discusiones y divergencias la calma y el dominio de si, absteniéndose de violencia y mala voluntad que son siempre malas consejeras y rinden por lo tanto malosfrutos.
Finalmente, la desocupación es un la moral porque viola los designios de Dios, que quiere que el hombre trabaje y obtenga de su trabajo medios para vivir el y los suyos una vida humana útil a la comunidad. En una sociedad justa y bien organizada no debe haber lugar para la desocupación...

En el final la quinta recomendación creo es importante:

En resumen, nuestra actitud deber serclara y a la vez serena y no demagógica: no hacer promesas, ni amenazas, sino un esfuerzo consciente y sostenido para que la mayor cantidad posible de personas que de nosotros dependen, si lo quieren de veras, puedan tener un trabajo estable, aún en el caso de que no nos lo agradezcan.

Independientemente de los cuestionamientos personales que estas citas puedan acarrearnos, hay caminos probadosy exitosos para reducir costos aumentando la productividad en forma substancial y de esta forma colaborar en revertir un procesos destructivo para nuestras empresas y la sociedad en su conjunto.
¿Es posible reducir los costos sin reducir personal?

Consideramos que nuestros costos son altos cuando la competencia vende por debajo de nuestro precio, o bien cuando no podemos entrar en un nuevo...