Aspectos psicológicos del enfermo con cáncer

ASPECTOS PSICOLÓGICOS
DEL ENFERMO CON CANCER
(EL IMPACTO PSICOLÓGICO
DEL CANCER)

Entre los enfoques posibles de este capítulo, dos han atraído mi atención: uno de ellos consistía en centrar el problema en su aspecto blando", es decir, en la relación entre variables psicológicas y calidad de vida del enfermo oncológico; otro, que al final ha prevalecido, tratar de hacerlo en la dimensión«dura, es decir, en los posibles efectos de los factores
psicológicos en la longitud de vida de las personas con cáncer. He elegido esta segunda opción -aun cuando en el transcurso de mi exposición también haré referencia a la primera- por diversas razones: en primer lugar, existe un capítulo especifico sobre la calidad de vida del enfermo neoplásico en esta misma obra; en segundo lugar, existenmenor conocimiento y mayores reticencias en el cuerpo médico para
aceptar el planteamiento «duro del problema -en gran parte como reacción natural ante las afirmaciones de algunas «terapéuticas alternativas que pretenden «curar el cáncer-; finalmente, porque considero que los datos empíricos existentes permiten ya empezar a abordar el tema con los mismos criterios metodológicos estrictos con los quese abordan la verificación de los efectos de un nuevo medicamento o la bondad de una técnica quirúrgica novedosa.
En su conocido ensayo La enfermedad y sus metájoras³⁴ Susan Sontag llama nuestra atención sobre tres aspectos que atañen directamente al tema que nos ocupará a lo largo del presente capítulo, el impacto psicológico del cáncer:

1º Para el ciudadano actual, el cáncer,
como hacealgunos años lo fuera la tuberculosis y hace siglos la peste, es sinónimo de muerte.
2º Mientras se trate al cáncer como un predador perverso e invencible y no como una era enfermedad, la mayoría de personas sufrirán un tremendo impacto emocional al enterarse de que han contraído un cáncer.
3º A esta concepción mítica del cáncer
colaboran, inconscientemente,
políticos, economistas, abogados.periodistas, escritores e intelectuales
de todo tipo, al utilizar en sus
escritos, informaciones, entrevistas, discursos y conferencias la metáfora del cáncer cuando quieren aludir a un mal insidioso capaz de destruir inexorablemente a los gobiernos, las instituciones, las tradiciones, la economía, etc. Así, de acuerdo con la ideología, partido, religión o escuela a la que se pertenezca -oincluso cuando se actúa como pensador independiente- se suele presentar la metáfora del cáncer
para señalar los estragos de las drogas en
nuestra juventud, la corrupción de los políticos en general o de los que no pertenecen al mismo partido en particular, la influencia de las sectas en la destrucción de la familia, las actitudes racistas, etcétera. (Ver capítulo 2.)

Desgraciadamente, los dosprimeros puntos a los que hace referencia Sontag se encuentran respaldados por una extensa literatura científica, que confirma la existencia de esta terrible
concepción del cáncer, no sólo entre la población, sino también en el cuerpo médico en general, e incluso entre el personal sanitario de muchos servicios oncológicos⁸⁻¹⁷⁻²⁰⁻²¹⁻²⁴⁻²⁶⁻²⁷⁻³⁸⁻⁴⁰
Como señala Jimmie Holland -conocidainvestigadora del Memorial Sloan-Kettering Cancer Centre de Nueva York- en la medida en que exista, este pesimismo difícilmente puede
no transmitirse al paciente¹⁹, intensificando, si cabe, su estado de estrés y conduciéndole a una situación altamente peligrosa en la que fácilmente puede aparecer el curioso fenómeno de
la «profecía que se autorrealiza", es decir, de la predicción que al ser enunciadaconduce con gran probabilidad a su cumplimiento ²⁹⁻³⁰. La experiencia clínica -aun cuando todavía no definitivamente corroborada por datos empíricos sistemáticos- apoya este punto de vista. Así, Miller²⁴, notable cirujano de Nueva York, señala, por ejemplo, que los pacientes que se muestran aprensivos respecto a su enfermedad casi siempre empeoran y mueren con rapidez aun cuando su cáncer se...