Autobiografia escolar

Jeremias Silvera

Autobiografía Escolar

Mi biografía escolar antecede desde 1994, cuando mis padres me decían que iba a comenzar una nueva etapa, o lo que yo entendía por eso, separarme de ellos. La noción que tenía en aquel entonces sobre las instancias de jardín de infantes, era poca, lo veía como un espacio donde el que tenía la tacita más limpia y guardaba rápido mis juguetes iba aconseguir ese premio tan soñado, esa necesidad de aprobación total, casi al límite de sentirlo como un “Gané!” (El sellito de Mickey de la “seño” Jimena). “Pajaritos a volar” es un jardín de infantes y maternal desde hace más de 20 años, y en lo que a mi memoria respecta, nunca tuve un solo problema con la institución. No me gustaron nunca las despedidas, y cuando veía a mi madre irse dejándome conel guardapolvo a cuadraditos verdes en la puerta, con la promesa de que cuando volvía iba a tener otro “muñequito” más, para mi colección que aún hoy la tengo como mi más viejo hobby. Ese rechazo al “vuelvo pronto” hizo dificultosa mi adaptación, pero luego entre autitos, almohadas, cuentos y mate cocidos, y, sin darme casi cuenta me adapté. Los cuentos favoritos míos recuerdo que eranRumpelstiltskin(1) y la mayoría de los que pertenecían al género “de hadas”, amaba meter las galletitas “Anillitos” en mi dedo meñique y mojarlas en el mate cocido, y solía tener charlas con mis señoritas sobre súper héroes, incluso llegando a la intangibilidad de creerme uno. Ese intercambio entre lo material y lo social, entre lo subjetivo y lo objetivo, nosotros le decíamos “Vamos a jugar!?”. Gran partede mi personalidad infantil se la debo a mis señoritas, por eso siempre paso con una caja de chocolates, y se emocionan de la misma forma que cuando iba con una capa, dejando de lado a mi mamá, tirándome con todas mis fuerzas hacia los brazos de alguna de ellas.
El “97” en un marco de hartazgo social hacia la impunidad, fue un año difícil. Sabía más por mi abuela que por mí mismo que a partir deahora: “-Las cosas van a cambiar Jerito-“.
La primera de las veces, de los 7 años que pase en el colegio N°55 Domingo F. Sarmiento(2) fue como llegar al Yufo Si(3) siendo católico. No le veía lo real, o mejor dicho no quería que esa realidad obligatoria se antepusiera entre mis amigos del barrio, mi tiempo y yo.
Las mesas eran grandes, 4 o 5 (Estudiantes!) por cada una de ellas, muchos llorando,flashes de fotografía de los orgullosos padres, tratando de que el guardapolvo luciera fosforescente, que el pelo este bien tirante, y la mayoría con una frase de cabecera “-No te preocupes, mira todos los amigos que vas a hacer-“.
Qué nos importaba no? Nadie quería estar ahí.
Pero primer grado (EGB) fue más que esa primera impresión, fue uno de los momentos más felices de mi vida, dondetodavía conservo amistades, tanto con profesoras como con alumnos.
Nuestro primer “Amigo obligatorio” fue el abecedario, todavía recuerdo a la letra “O” con carita de enojada, y a raíz de eso, conservo mi primer recuerdo de mi pensamiento crítico (Si la hache es muda, cómo sé cuándo escribirla, cuándo no y sobre todo… ¿PORQUÉ?)
Pero, y este es el reconocimiento a nuestros primeros maestros, yo yasabía leer gracias a mi abuela, y eso fue como ser un prusiano del “Iluminismo” en una campaña al áfrica. Todo se me hizo fácil, y al hacerse fácil lo básico, fui en busca de más: Ahora quería aprender las tablas.
Segundo grado me trajo obstáculos más capciosos, aunque para nada feos. Ahora mi problema no era el porqué, o el cómo hacia alguna consigna o tarea; El problema ahora era que lucía, lachica más linda que había visto hasta ahora fuera del televisor, con su presencia no dejaba a mi hipófisis concentrarse en la obligatoriedad divertida. El ábaco fue el primer y único juguete que nos dejaban absoluta libertad para usarlo mientras la “seño” hablaba, aprendí decenas, centenas, y unidades de cosas nuevas. Dibujo y música me marcaron de chico repentinamente y sin dudas que era lo que...