bachillerato


ANTECEDENTES HISTORICOS DE LOS DULCES OAXAQUEÑOS
Si los alimentos tuvieran títulos nobiliarios, los de más rancia alcurnia serían sin duda los postres, en la cocina oaxaqueña. Recetas debizcochos, buñuelos, cajetas, jaleas, pasteles y antes fueron guardados, con el celo que se conservan añosos pergaminos, en el recogimiento de abadías y conventos.
Hay, a propósito de postres, unaobservación curiosa que nos hace reflexionar sobre la idea de que existe una influencia recíproca entre los fenómenos artísticos contemporáneos de una época.
Es sabido que en el siglo XVII el estiloarquitectónico de iglesias y conventos, que en número tan importante estaban apareciendo en Nueva España, era muy recargado, como correspondía a la arquitectura de la época. Las portadas mostraban la suntuosidadde columnas, capiteles y frisos ricamente ornamentados; pero la mayor fastuosidad aparece en los altares y retablos de maderas talladas recubiertas de oro de hoja. Para la aplicación de las laminillasde oro se necesitaban cientos de claras de huevo y es de suponer, que sobraban las yemas correspondientes.
A las cocinas de los conventos habrán llegado esos sobrantes que de seguro tuvieron queagudizar el ingenio de las monjas encargadas de ellas, para transformarlos en postres deliciosos.
Podemos afirmar entonces, que el barroco mexicano no es un estilo privativo de la arquitectura de esostiempos, sino que por la necesaria vinculación entre las distintas formas artísticas de una misma época, la cocina repostera de entonces es también barroca. Por tal calidad, no nos sorprende encontrarmultitud de recetas donde se solicitan cien o doscientas yemas de huevo para la confección de los dulces platillos.
Los recetarios de los conventos oaxaqueños fueron los cofres que guardaron estaheráldica culinaria y de allí, heredados y enriquecidos al pasar de unas manos a otras, llegaron hasta las nuestras para maravillarnos con la belleza de su caligrafía, o con la ingenuidad de sus...