Barra brava

Un jugador indeseado: la violencia
El 14 de mayo de 1939, en un partido entre Lanús (local) y Boca, registró la primera víctima de la violencia en el fútbol argentino. Desde entonces, hasta diciembre de 2004, el Programa de Seguridad en Espectáculos de Fútbol (PROSEF, dependencia del Ministerio del Interior) contabilizó 190 muertos por episodios violentos en los estadios.
Una encuestadel Instituto Brasileño de Opinión Pública y Estadísticas, divulgada por el diario Lance, reveló que el 79% de las 7207 personas consultadas considera la falta de seguridad como el primer motivo de la ausencia de hinchas en las canchas.
"Huracán es más importante que mi familia". Lo dijo Miguel, sin titubeos, en una confitería de su barrio, Parque de los Patricios. A los siete años seescapaba de la escuela para ver las prácticas de su equipo. Ahora, con casi 49, Miguel no deja de ver ningún partido de su club y tiene que tomar doble dosis de sedantes antes de entrar, por los nervios.
Sin embargo, Miguel es un tipo de hincha en general poco querido. Él mismo acepta que la violencia en el fútbol tiene "todo que ver" con las barras bravas, que se disputan la superioridad, elaguante barrial en cada encuentro, sea en la cancha o en la calle. De acuerdo con el antropólogo social Garriga Zucal, "los de la barra son los que van a todos los partidos, los que se pelean cuando hay que pelearse, y se identifican como más hinchas que quienes no lo hacen. Ellos son el corazón del club, porque defienden el valor del club y del barrio". Sin embargo, para Gonzalo Bonadeo "los barrabravas no son hinchas, son comerciantes. Un grupo más, y el más bizarro, de los que hacen negocio con el fútbol". El psicólogo Alfredo Fenili continúa con la crítica: "El hincha genuino es el que va a alentar a su equipo. El barra brava deja de ser hincha cuando tiene intereses más importantes. ¡A veces quieren que su equipo pierda para que se vaya el técnico!".
El ambiente del fanatismo extremofutbolero es "hoy transversal a las clases sociales", como dijo Garriga Zucal. Francisco lo demuestra: tiene 22 años, estudia Comunicación en la Universidad Austral y se define fanático de River. A pesar de que suele ir a platea, cuando "se da un partido trascendente, en que los técnicos y jugadores boquean sobre quién se la banca más, prefiero estar ahí en la popular, el corazón de la hinchada, ycantar para poder demostrar que nuestra hinchada es la que más se la banca".
Al igual que Miguel, Francisco es de los que van a la cancha desde muy chicos y se ponen mal si su equipo pierde. Los dos van a la "popular", ambiente inevitablemente violento; descrito así por Francisco: "Estás entrando y un grandote te manguea y te tenés que callar la boca y darle las monedas. Me han robado varias vecescon puntas (se refiere a armas blancas, cortantes). Si tenés ganás de ver el partido hay que cantar, porque sino te gritan amargo, bostero, cagón. Si hace frío no podés llevar una buena campera porque te la roban. Están chupando, fumando... el ambiente no es el mejor".
Por esto es que Bonadeo considera que "el hincha auténtico ha aceptado con resignación dejar de ir a la cancha. No puede ir ala cancha porque es un peligro llevar a su hijo porque lo matan en cualquier esquina y se banca que la cosa sea así. La mayoría de los hinchas de fútbol argentinos nos hemos sometido a disfrutar de nuestra locura o nuestra pasión lejos de las canchas. El hincha es incapaz de tomar una decisión individual o colectiva en rechazo al violento en la cancha de fútbol". Para la psicóloga Silvia Persevich,directora del centro de rehabilitación Fundación Vida y Familia, el hincha "en algunos casos es alguien muy formal, que tiene una vida muy estructurada, muy dentro del sistema, y de pronto da rienda suelta: todo se puede. Pero es como poder descomprimirse. Y sin duda en esa actitud hay una función catártica".
La conclusión de Francisco, que coincide con la opinión de Miguel, es que la...