Basta de historias Andres Oppenheimer 1
inteligencia y humor, Andrés Oppenheimer demuestra en este libro que mejorar
sustancialmente la educación, la ciencia, la tecnología y la innovación no es tarea imposible.
Pero sí tremendamente necesaria. La razón es simple: el XXI será el siglo de la economía del
conocimiento. Contrariamente a lo que pregonanpresidentes y líderes populistas
latinoamericanos, los países que avanzan no son los que venden materias primas ni
productos manufacturados básicos, sino los que producen bienes y servicios de mayor valor
agregado. ¡Basta de historias! es un agudo viaje periodístico alrededor del mundo, que aporta
ideas útiles para trabajar en la principal asignatura pendiente de nuestros países y la única
quenos podrá sacar de la mediocridad económica e intelectual en la que vivimos: la
educación.
Andrés Oppenheimer
¡Basta de historias!
La obsesión latinoamericana con el pasado
y las 12 claves del futuro
ePub r1.0
Narukei 15.07.13
Título original: ¡Basta de historias!
Andrés Oppenheimer, 2010
Diseño de portada: Random House Mondadori
Editor digital: Narukei
ePub base r1.0
Prólogo
Este libro salea la luz en momentos en que buena parte de Latinoamérica está festejando el
bicentenario de su independencia, y la región está dedicada con mayor entusiasmo de lo habitual a
conmemorar, discutir y revisar su pasado. La pasión por la historia es visible por donde uno mire. Los
gobiernos —incluyendo el de España, que creó una Comisión Nacional para la Conmemoración de los
Bicentenarios— handestinado millones de dólares a los festejos. En los medios de comunicación ha
habido acalorados debates sobre cuáles figuras del siglo XIX deberían ser consideradas próceres de la
independencia y cuáles enemigas de la patria. En las librerías, los best-sellers del momento son las
novelas históricas sobre la vida de Simón Bolívar, Francisco de Miranda, Antonio José Sucre, José de
San Martín, BernardoO’Higgins, Miguel Hidalgo, José María Morelos y otros héroes de la
emancipación latinoamericana.
El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, acaba de desenterrar los restos de Bolívar en una
solemne ceremonia difundida en cadena nacional para iniciar una investigación sobre si el prócer fue
asesinado; hace sus discursos al país delante de un retrato del prócer, y hasta le ha cambiado el
nombre al país porel de «República Bolivariana de Venezuela». Los presidentes de Bolivia y Ecuador
se proclaman herederos de legados históricos que —siguiendo los pasos de Chávez— evocan
constantemente para consolidar sus propios proyectos de acaparamiento del poder y justificar la
«refundación» de sus países bajo nuevas reglas que les dan poderes absolutos. En todo el continente,
desde Argentina hasta México, hayuna verdadera pasión por redescubrir la historia.
La obsesión con el pasado es un fenómeno que, si bien está exacerbado por los festejos de la
independencia, es característico de la región. Curiosamente, no he observado el mismo fenómeno en
mis viajes recientes a China, la India y otros países asiáticos, a pesar de que muchos de ellos tienen
historias milenarias. Entonces, vale la pena hacernosalgunas preguntas políticamente incorrectas,
pero necesarias. ¿Es saludable esta obsesión con la historia que nos caracteriza a los
latinoamericanos? ¿Nos ayuda a prepararnos para el futuro? ¿O, por el contrario, nos distrae de la
tarea cada vez más urgente de prepararnos para competir mejor en la economía del conocimiento del
siglo XXI?
Este libro argumenta que los países latinoamericanos estándemasiado inmersos en una revisión
constante de su historia, que los distrae de lo que debería ser su principal prioridad: mejorar sus
sistemas educativos. Sin poblaciones con altos niveles de educación, la región no podrá competir en la
nueva era de la economía del conocimiento, donde los productos de alta tecnología —desde programas
de software hasta patentes de la industria farmacéutica— se...
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