Biblia

2 Cuaresma. 28 de febrero 2009.
Linares, Chile.

Jeremías 15:15-21

Tú comprendes, SEÑOR; ¡Acuérdate de mí, y cuídame! ¡Toma venganza de los que me persiguen! Por causa de tu paciencia, no permitas que sea yo arrebatado; mira que por ti sufro injurias. Al encontrarme con tus palabras yo las devoraba; ellas eran mi gozo y la alegría de mi corazón, porque yo llevo tu nombre, SEÑOR, DiosTodopoderoso. No he formado parte con los burladores, ni me he divertido con ellos; he vivido solo porque tú estás conmigo y me has llenado de indignación. ¿Por qué no cesa mi dolor? ¿Por qué es incurable mi herida? ¿Por qué se resiste a sanar? ¿Serás para mí un torrente engañoso de aguas no confiables?

Por eso, así dice el SEÑOR. Si te arrepientes, yo te restauraré y podrás servirme. Si evitashablar en vano, y hablas lo que en verdad vale, tú serás mi portavoz. Que ellos se vuelvan hacia ti, pero tú no te vuelvas a ellos. Haré que seas para este pueblo como invencible muro de bronce; pelearán contra ti, pero no te podrán vencer, porque yo estoy contigo para salvarte y librarte – afirma el SEÑOR -. Te libraré del poder de los malvados; ¡te rescataré de las garras de los violentos! NVITema: El Consuelo de la Palabra.
1 A Jeremías en medio de su tristeza.
2. A nosotros en medio de nuestros problemas.

Amados hermanos y hermanas en Cristo, es difícil encontrar otro hombre de Dios que haya sufrido tanto como Jeremías. Fue llamado a predicar en una época en la que las personas no querían escuchar la palabra de Dios. Sus mismos paisanos eran incrédulos y esto lecausaba a Jeremías un dolor muy profundo. Pero, Dios le había puesto una carga tan especial que vivió una vida de dolorosa soledad. Hasta Dios mismo le había prohibido casarse y que tuviera una vida social como cualquier otra persona. (lea Jeremías 16:1-9). La predicación de este profeta llevó a muy pocas personas al arrepentimiento, pero se mantuvo fiel en su llamamiento a pesar de que todosestuvieron en su contra. Los males y desgracias que vinieron al pueblo de Judá decían que era culpa de la palabra que predicaba Jeremías.

Sin embargo, Jeremías también dudó. Le resultaba difícil mantenerse fiel en medio de tanta infidelidad. Y en el texto de hoy vemos la forma en que Dios trae el consuelo a este profeta de quien podemos aprender que su tristeza es nuestra tristeza, pero su consueloes también nuestro consuelo.

1. La tristeza de Jeremías. Jeremías fue un hombre que amaba la palabra de Dios. En nuestro texto le hace un recordatorio a Dios, diciendo: "Tú lo sabes, Señor, acuérdate de mí, y visítame y véngame de mis enemigos. No me reproches en la prolongación de tu enojo, sabes que por amor de ti sufro afrenta."

La consecuencia de la predicación de la palabra de Dioshabía despertado odio y resentimiento en contra del profeta, no sólo no creían en lo que él predicaba, sino que además lo perseguían y en màs de una ocasión quisieron matarlo. ¿Y todo por qué? Jeremías mismo lo dice: "fueron halladas tus palabras y yo las comí; y tu palabra me fue por gozo y por alegría de mi corazón." Tanto gozo le daba a Jeremías la palabra de Dios que la consideraba como undelicioso alimento, indispensable y fortalecedor. Jeremías traía un mensaje igualmente consolador para todo aquel que quisiera escucharlo. Un mensaje de ley y evangelio.

Con mucha frecuencia este profeta hablaba de Jehová, "así dice Jehová," fueron tantas las veces en 41 años de predicación que usó la palabra Jehová que la gente en vez de llamarlo Jeremías le llamaban "Jehová." Por eso dice, "tunombre se invocó sobre mí." Es decir, hasta me pusieron tu nombre de tanto que lo mencioné. La vida del profeta él mismo la describe como se describen a los bienaventurados del Salmo 1: "no me senté en la compañía de burladores, ni me enaltecí a causa de tus profecías." Había llevado una verdadera vida cristiana. Y sin embargo, en medio de toda su felicidad por la palabra de Dios que era su...