Bicentenatio

Jesucristo, Señor de la Historia te necesitamos… queremos ser Nación. ¿Habrá sido ese el ruego de los patriotas de Mayo? ¿Por qué no? La presencia de Dios habrá estado en cada minuto de las vidas deestos hombres, quienes tenían que tomar una de las decisiones más importantes de sus vidas: llevar adelante una revolución, declarar que no estaban de acuerdo con lo que hasta ese momento veníanimponiendo las autoridades españolas y, que en definitiva, queríamos ser LIBRES.
¡Cuánto tiempo ha pasado desde entonces! 200 años desde aquel primer grito de libertad, 200 años de historia propia,escrita con fuego, sangre, pasión y lágrimas, escrita con victorias, con batallas ganadas y perdidas, escrita por personas que dejaron todo por la Nación y que la hicieron grande de verdad.
Y el Señor dela Historia acompañó a aquellos hombres y mujeres que lucharon por sus ideales y la victoria de los mismos. Afloran en mi mente nombres como Juana Azurduy, Güemes, el Chacho Peñaloza, Sarmiento,Mitre, Moreno, y se mezclan con otros como Favaloro, Borges, Sábato, o el de Eva, Leandro Alem, San Martín, Belgrano o Alfonsina Storni… cuánta historia junta, cuanta memoria y cuanta pasión mezclada.Cuando se festejó el centenario se creía que seriamos el país más prospero y en constante desarrollo, uno de los mas poderoso de la Tierra. Es que esos eran días muy eufóricos. Pero esa era una ilusiónque no se sustentó en la esperanza, la lucha, el trabajo, la humildad… era más bien la creencia de que éramos el mejor país del Planeta, con las mejores tierras y los mejores dirigentes y que todo nosvendría de arriba. A eso le faltó el trabajo honesto de muchos, especialmente de quienes tenían que dirigirnos. Nos faltó el coraje para sustentar esos ideales de Mayo.
El Bicentenario nos encuentrahoy viviendo esta realidad que nos es propia, una realidad que la forjamos nosotros, con nuestras decisiones, acertadas o no, felices o no, pero es la nuestra, es nuestra historia.
Y nuevamente...