Biografía de MVargasLlosa
LA NARRATIVA DEL SIGLO XX: HASTA NUESTROS DÍAS
Mario Vargas Llosa
Mientras que José María Arguedas mantiene estrechos vínculos, aunque también aporte novedades, con la novela indigenista del pasado, Mario Vargas Llosa (1936) los mantiene con el Realismo, si bien en cadauna de sus novelas experimenta estructuras nuevas y nuevas formas de expresión. En su carrera de novelista que se inicia con La ciudad y los perros (1963) y continúa con La casa verde (1965), Conversación en La Catedral (1970), Pantaleón y las visitadoras (1973), hasta llegar a La tía Julia y el escribidor (1977) y La guerra del fin del mundo (1981), la nota constante es lo imprevisible, lanovedad. No hay un solo libro que se parezca al anterior y la capacidad del escritor para renovarse es realmente prodigiosa. Por otra parte, esta cualidad suya ya estaba presente, aunque limitada por razones evidentes, en las narraciones reunidas en Los jefes (1959), núcleo de La ciudad y los perros, y se confirma también en otro relato, Los cachorros (1967) donde la dificultad de la lectura esrescatada por lo atractivo del juego verbal, por el desarrollo de una trama violenta y patética al mismo tiempo que vuelve una y otra vez a la condición de la infancia, al igual que Los jefes y su primera novela. Vargas Llosa ha afirmado que escribir novelas cs un acto de rebelión contra la realidad, obra de Dios, y, por consiguiente, un «deicidio», pero sus obras acaban siempre por acusar aI hombre,verdadero artífice de esa realidad.
La novela que lanza al escritor peruano a la fama internacional es La ciudad y los perros, la más próxima al pasado, aunque con originales notas realistas. En su teoría de la novela, Vargas Llosa ha sostenido que esa obra es una «representación verbal de la realidad», y que los límites de la literatura realista son los de la realidad, «que no tiene límites»,puesto que a la realidad pertenecen los hechos, los sueños y los mitos humanos: «Las pesadillas de Kafka, las laboriosas ficciones psicológicas de Proust o Dostoiewslci, la impecable objetividad de Hemingway, la mítica de Carpentier, las fantasmagorías alucinantes de un Cortázar... expresan zonas diferentes, niveles distintos de una sola realidad. En otras palabras, toda la literatura buena es,en última instancia, realista: sólo la mala literatura es irreal».
La ciudad y los perros es una crítica despiadada de la educación en un colegio militar limeño, el «Leoncio Prado», y de un mundo social moralmente perdido; representa la lucha contra los mitos deteriorados del «machismo», ahonda inquietantemente en el «feísmo». La técnica consiste en la superposición de múltiples planostemporales. El monólogo interior se une a un encabalgamiento de diálogos, procedimiento éste que llegará a una especie de exasperación en Conversación en La Catedral. También la enumeración caótica tiene su función: representar el desorden moral que caracteriza al microcosmos del colegio, espejo del macrocosmos de la capital peruana.
La casa verde amplía el panorama de los dramas nacionales.Técnicamente, la novela se presenta como un entrecruzamiento logrado de tres historias personales ocurridas en un período de cuarenta años, una especie de virtuosismo técnico que hace del libro una novedad absoluta desde el punto de vista estructural. Aunque tal vez menos perfecta que La ciudad y los perros, esta novela es, indudablemente, un gran ensayo general para el gigantesco acto de acusación contrala vida limeña bajo la dictadura de Odría, en eI período 1948-1956, de Conversación en La Catedral, durísima denuncia de la corrupción política en el país. Fiel a su concepción del escritor como rebelde, al que corresponde agitar, inquietar, sembrar la alarma, mantener al hombre en una constante insatisfacción de sí mismo, estimular sin descanso la voluntad de cambio y de mejoramiento, cada...
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