BIOGRAFIA DE UN ESCARABAJO
El escarabajo dio los últimos toques a la bola de estiércol, aliso una que otra mínima hilacha saliente del fresco amasijo e inicio con ella su regreso al albergue.
Sele veía salvar los obstáculos con sumo cuidado aferradas las tenazas delanteras a la carga, humedad aun, por sobre hojas y pedruscos, rumbo a la cueva que se habría dos metros más allá del verdosomontón de estiércol.
Rastreaba la brisa un olor a orégano.
Bajo el arco de una raíz seca afinaba sus crótalos una serpiente oscura.
Hacía un calor de horno en el interior de la cueva, y la blandaarenilla del piso mostraba las huellas que dejaron los contados brazos del cargador cuando salió de nuevo por otra creación
A veces, el marchar torpe atropellaba las plantas que empezaban a nacer enel estercolero un manojo de hierbas de un palmo escaso, en mitad de su ruta, significaba un calculado rodeo y un volver a enfilar hacia las verdes lomas olorosas.
Esto, cuando el campo mostrabarelativa soledad, pues vivía en terrenos sombreados por un gran árbol y con frecuencia venían hasta allí gente y caballos. Sabía que los intrusos pisaban con gran fuerza y aplastaban sin misericordiaretoños nacientes y pequeños seres.
Quizá resultaban más temibles los hombres.
Los caballos se contentaban con relinchar y hacer temblar la tierra bajo el peso de sus cascos, y se marchaban luego, dejandoel campo esterado de buena comida. Pero los hombres llegaban silenciosamente, tomaba un pequeño escarabajo y delicadamente los destripaban entre en sus largos dedos; o bien, como si jugasen,desprendían patas y pelitos con lenta crueldad, hasta dejar el cuerpo como nuez arrugada.
Eran ellos quienes apagaban el clamor de las cigarras y dispersaban con saña la ronda matinal de las libélulas.
Deahí que compitiese el sonido de las pisadas cercanas y adoptara aquella inmovilidad de hueco cascaron ébano plegadas los patas bajo la cabeza, quietos los artejos, momificado de temor su cuerpecillo...
Regístrate para leer el documento completo.