biografia miguel hernandez

Miguel Hernández ,
¡Dejadme la esperanza!

Como el arado hace con la tierra al abrirla y removerla, la palabra y la poesía de Miguel se echan sobre su vida y recorren con el poeta todos los surcos de su existencia, ahondándola, enriqueciéndola e iluminándola. Desde la fecha de su nacimiento hasta el día de su muerte, son muchos los acontecimientos y experiencias que caben en esa línea deaños, muchos son los encuentros y los desencuentros personales que se suceden en ese lapso de tiempo más o menos breve. La suerte de Miguel es que con el don de la palabra, tan esforzadamente cultivada, supo expresar desnudo y sin artificio lo que de amor, vida y muerte le tocó vivir. Su poesía suena auténtica porque realmente es auténtica. A pesar de la pena que sembró de tanto sufrimiento su tierra ya pesar de la ausencia que le acompañó al final de su viaje, entre uno de sus poemas se atrevió a colar un verso que decía: ¡Dejadme la esperanza!

El 30 de octubre del año 1910 nacía en Orihuela, provincia de Alicante, el hombre y el poeta Miguel Hernández. Su padre que trabajaba en la compra y venta de ganado, pudo ofrecerles a los cuatro hijos que sobrevivieron, una vida humilde y sencillaen una tierra exuberante regada por las aguas del río Segura. Ya desde niño los ojos de Miguel fueron testigos del milagro y el misterio divino que tenía lugar en la Naturaleza (la salida y la puesta del sol, la plenitud de la luna y sus fases, el trino de los pájaros, el apareamiento y el nacimiento de los animales, la caída de la lluvia y del rayo, el desfile de las amapolas, los cardos, lasazucenas, la grama, la higuera, la palmera, el olivo, la fecundidad de la tierra…En cuclillas ordeñaba una cabrita y un sueño). Esa naturaleza observada con sus ojos y pisada con sus pies, será luego un surtidor inagotable de experiencias y de imágenes que se colarán por todos sus versos.

Su Cursus Honorum (carrera escolar) se iniciará en el año 1918 con tres años en las escuelas del Ave María ydos en el colegio de Santo Domingo donde no pasaron desapercibidas para los jesuitas sus competencias y su porosidad a todo tipo de aprendizaje, especialmente al canónigo Luis Almarcha quien le alentará y le guiará en sus estudios. Sin embargo, su padre no le dejaría completar el segundo año y le pondrá a cuidar las cabras y a vender la leche por el barrio. Pese a la prohibición paterna, Miguelseguirá leyendo a escondidas todo cuanto caía en sus manos y mientras leía y leía y leía más de una de las cabras de su rebaño como la Luná se escapaba por otros campos. Los enfrentamientos entre padre e hijo se hicieron cada vez más frecuentes y más dolorosos pero dentro de él, su yo más íntimo, sabía ya que quería ser poeta.

En el año 1929 conocerá a Ramón Sijé, un inquieto estudiante dederecho inmortalizado por la bellísima Elegía que le escribirá a su muerte Tanto dolor se agrupa en mi costado que por doler me duele hasta el aliento y con quien le unirá una gran amistad que le abrirá las puertas a la lectura de unos libros necesarios para su quehacer poético además de contactos dentro del mundo cultural de Orihuela y Madrid. De las tertulias literarias en la tahona de los hermanosFenoll donde se cocía pan y alguna que otra revista literaria, Miguel dará el salto a Madrid con 21 años en su primer viaje a la capital (noviembre 1931) adonde llegará esperanzado e ilusionado con un cuadernillo que recogía sus poemas de adolescente.
Apenas unos meses después se vio obligado a volver ante la falta de recursos económicos para sobrevivir. Sin embargo, su estancia en Madrid fuemás fructífera de lo que pudiera parecer, pues se empapó de la atmósfera literaria que se respiraba en torno a la figura de Góngora y la celebración de su centenario.

Al comienzo del año 1933 verá la luz su primera colección de poemas Perito en Lunas que supone, entre otras cosas, un ejercicio paciente y disciplinado por dominar la técnica del lenguaje que no hace excesivamente fácil su...