Black swan

Acabo de ver por tercera vez la pelicula; y puedo decir que Black Swan de Darren Aranofsky es el Thriller contemporáneo más apasionante que he visto; Trayendo de vuelta los elementos del cine clásico de terror psicológico.

He separado mi análisis de El Cisne Negro, en tres párrafos (subtitulados con citas de mis diálogos favoritos de la película).

1.What happened to my Sweet Girl?

Ninaes (al menos al comienzo) la encarnación del Cisne Blanco. Perfecta, pura e inocente. Con un guardaropa donde el color más atrevido es el rosado. La imposición de este rol (se puede argumentar que por culpa de la relación con su madre) ha provocado que tenga una visión sumamente alterada de la realidad. Nina no puede desobedecer, no contestar el teléfono, salir a un bar a divertirse, o dejarsellevar por sus instintos. De lo contrario dejaría de ser perfecta o aún peor (y más adelante explicaré porque esto está supeditado a un tema mucho más complejo), se volvería mala. Nina lo ve todo blanco o negro, bueno o malo, correcto o incorrecto (lo cual influye mucho en su percepción de la sexualidad y justifica de cierta manera que le haya seguido el juego al personaje de Vincent Cassel). Estapolarización es talvez el tema más sugerido a lo largo de la película. Lilly (Mila Kunis) es, por ejemplo, una versión distorsionada de lo que Nina teme sacar de ella misma, una especie de Alter Ego.

Pero antes de hablar a profundidad sobre la dualidad representada en la película, creo que es justo que lleguemos a una conclusión sobre nuestra protagonista. The Orlando Sentinel escribió que laaflicción de Nina se parece a la de un paciente gravemente neurótico con un trastorno límite de la personalidad (trastorno que suele venir acompañado de pérdida de la identidad y dificultad para poner límites entre uno mismo y los “otros”) pero el mismo artículo sugiere que las visiones de Nina no deberían considerarse alucinaciones per se sino mas bien fantasías. Esto último es bastante relevante yaque Nina es aún una niña en muchos sentidos. Mas que en los detalles que la producción incluyó en su habitación (los peluches, la cajita de música, etc.) son sus reacciones las que gritan al mundo la falta de madurez: La adolescente “rebelde” que no deja entrar a su mamá a su cuarto, la que culpa a su compañero de baile por su caída, la que descubre por primera vez su cuerpo… No me sorprendería silos psicólogos y psiquiatras modernos empiezan a llamar Trastorno de la Swan Queen a algunos desórdenes psicóticos producto de graves episodios de estrés, o a nombrar ciertos síndromes (como el síndrome del Nido Vacío, por ejemplo) en base a películas de Aranofsky (el increíble parecido que la mama de Nina tiene con un aterrador pato gigante, tampoco ayuda mucho).

Afortunadamente paranosotros, Natalie Portman tiene un título en Psiquiatría por la Universidad de Harvard (además de un post grado en la universidad hebrea de Jerusalén) y un sitio web que la entrevistó fue lo suficientemente inteligente para pedirle el diagnóstico profesional de Nina Sayers. Natalie dijo que “el rascarse la espalda y la anorexia, son formas de comportamiento obsesivo compulsivo y que el ballet lleva de unau otra manera hacia eso porque es una disciplina que se siente como un rito: el amarrar los zapatos todos los días, la preparación de nuevos zapatos antes de cada show, etc. Natalie añadió que era “casi religioso” y que “los bailarines tienen una especie de figura divina en su director”. “Es un arte muy devocional, ritualístico y religioso (…). Asi que una obsesión compulsiva religiosa sería midiagnóstico”.

Religioso o no, el mundo de Darren Aranofsky ciertamente juega con metáforas e imágenes que evocan cierto misticismo: los estigmas en las manos de Nina, la estatua del ángel en el lobby, el personaje de Rothbart persiguiendo a Nina en el sueño al comienzo de la película (personaje a quien Aranofsky se refiere en varias entrevistas como “el diablo”). Pero el misterio no termina...