Bloque Histórico

Hermenéutica y Realidad Histórica.
La transformación de la hermenéutica en un proyecto sistemáticamente filosófico, iniciada por Schleiermacher en su obra Dialéctica: El Arte de Hacer Filosofía, trae consigo el problema de las variables teóricas necesitadas por la idea de una filosofía, principalmente la cuestión de la aproximación de la hermenéutica filosófica a la realidad humana, alpensamiento (Dialectic, 15) y al ser. Este es el tema central del programa establecido por Schleiermacher, el cual se planteaba la interrogante sobre la esencia de la comprensión pero que tenía además una vertiente eminentemente filológica en tanto que ‘arte de la comprensión’ (Hermeneutics and Criticism, 5). También encontramos esta problemática posteriormente cuando es definida como ‘ciencia de lainterpretación’ por Philip Boeckh (Philological Hermeneutics, 134). El mismo derrotero es trazado por el intento de realizar una sublación de la hermenéutica en la obra de Gadamer, una propuesta que a primera instancia parece satisfacer el requerimiento de una idea de filosofía: Gadamer nos presenta su noción de una ‘historia efectiva’ (Truth and Method, 301) donde el ser del ser humano deviene en serefecto inconsciente/consciente de la tradición y del diálogo interno de la misma. Esta visión ciertamente nos procura una idea fenomenológica que, a nivel de noema, parece enmarcar conceptualmente una imagen del carácter ontológico del ser humano puesta al lado de la sugerencia de una noción de la historia – una gestalt colectiva que se expresa en el individuo luchando por obtener unaautoconciencia históricamente efectiva. Sin embargo, esas imágenes conceptuales no equivalen a una teoría filosófica del sujeto ni tampoco la noción de una ‘historia efectiva’ equivale suficientemente a una teoría filosófica de la historia.

Con las insuficiencias mencionadas en el ejemplo de Gadamer se debe reconocer que la constitución de la hermenéutica como filosofía requiere una más amplia justificaciónmediante la postulación de una filosofía de la historia, una antropología filosófica y una ontología pura, insuficiencias que se dieron a pesar del gran esfuerzo de Gadamer por resolver una problemática tratada ya ampliamente por Heidegger. En efecto, como anticipando estas necesidades, e impulsado por un ‘interés cognitivo humano’ (término introducido por Habermas, Knowledge and Human Interests,301) esencialmente filosófico, un impulso que revela sin duda una situación y un devenir específicos de la historia del pensamiento, en su intento de ontologizar la fenomenología, Heidegger, en su obra temprana Ontología: La Hermenéutica de la Facticidad, expresaba ya su deseo de redefinir la ontología utilizando la hermenéutica como suelo especulativo y esquema fundamental de la interpretaciónde la ‘facticidad’ (Hermeneutics of Facticity, 24), en tanto que ‘existencia’ (12), ‘verdad’ y, concretamente, ‘ser’ (87). Sin embargo aquí Heidegger, en su rechazo de las ideas ‘gestálticas’, diluye el concepto de facticidad en tantas direcciones (‘vida’, ‘hombre’, ‘mundo’, etc.) que no concreta siquiera una noción completa del ‘mundo-vida’, (como lo logra Husserl, Crisis of the European Sciences,48), y su conjunción de hermenéutica con ontología deja a ambas expuestas a un proceso contraproductivo de hibridación que no rinde finalmente una noción de ‘ser’, y mucho menos un concepto sistemático de la realidad humana.

Posteriormente, habiéndose percatado del abstraccionismo de su intento inicial con respecto a los intereses hermenéuticos y ontológicos, Heidegger procede en Ser y Tiempoa esbozar una analítica del Dasein que no sólo fundamenta el ser del ser humano desde una ontología que esquiva las limitaciones de una pregunta por la quidditas del humano –la pregunta filosófico-antropológica– sino que también establece a la comprensión –el interés hermenéutico básico– como característica existencial del ser en el mundo del Dasein (Being and Time, 134). Sin duda esta idea,...