Cómo cada quién engendra su universo

Cómo Cada Quién Engendra Su Universo

Considero que es en extremo difícil, pero no imposible, romper con nuestros paradigmas. Estamos impregnados de ellos, nos oponemos a cambiarlos. Por un lado es muy cómodo estar en zona conocida y por otro, cómo cambiar lo conocido por algo que no es conocido. Eso sería una locura.

Las creencias, lo que vemos, cómo lo experimentamos y nos comportamos, sonfruto de una historia cuyo comienzo data desde el momento en que nacimos… y posiblemente un poco antes de ello, por cierto, un nuevo paradigma capaz de intranquilizar a más de un esquema.

¿Cómo escapar a la influencia del entorno en el que fuimos educados, a la del país o países en los cuales crecimos? ¿Cómo olvidar los valores inculcados, si es que hubo tal? ¿Cómo es posible que una personamuy creyente en su religión piense que puede obtener lo que desea sin la intervención divina de ángeles o santos? ¿Es posible mirar el mundo a través de otros ojos que no sean los de mamá o papá? ¿Es plausible vivir una existencia diferente a la marcada por ellos? ¿Hacer a un lado las creencias?

En cuanto al concepto de la realidad siempre creí era aquello que mis ojos ven. Independiente de mí,sin que yo pudiera intervenir en los sucesos. Respecto a la objetividad de lo que mis ojos ven, recuerdo que en la escuela de Periodismo “Carlos Septién García”, los profesores frecuentemente hacían hincapié en la importancia de concretarnos a narrar los hechos sin impregnarlo de puntos de vista personales, sólo en editoriales era posible esgrimir comentarios subjetivos.

Regresando al conceptode la realidad, en mis años de estudios periodísticos, la lectura de “Las Enseñanzas de Don Juan”, de Carlos Castaneda, abrió mis ojos a una nueva dimensión y comprendí que la realidad que los ojos ven puede ser alterada por el peyote, droga que introduce a quien la consume a dimensiones que la conciencia no capta en su estado “natural”.

Mi interés por los libros de Castaneda inició a través dela lectura de novelas de José Agustín, particularmente la titulada “Se Está Haciendo Tarde, Final en Laguna”, en la cual los cuatro personajes centrales realizan un “viaje psíquico” inducido por drogas psicotrópicas, sustancias químicas que actúan sobre el sistema nervioso central provocando cambios en la percepción, estado de ánimo, conciencia, cognición y comportamiento.

Los descubrimientosa través de escritores de la onda, de José Agustín y Castaneda, me dejaron claro, por lo menos teóricamente, que la realidad no es exactamente como la vemos o como creemos que “es”, pero fue hasta ahí que llegó mi curiosidad por conocer realidades alternativas, pues lo aprendido en casa de mis padres evitó un contacto mío más estrecho con los fármacos.

En la práctica, el concepto de larealidad siguió siendo para mí aquello que mis ojos observan, lo comprobable y tangible, hasta ese día que escuché la exposición de la maestra Alejandra Andrade sobre el tema de Epistemología y las dos formas que hay de ver la realidad… y hasta que leí “La Construcción del Universo” de Watzlawick y Ceberio.

Lo expuesto por la maestra Andrade, debo admitir, cambió mi concepción acerca de la realidad, opor lo menos gestó el ánimo de comenzar a romper algunos paradigmas. La realidad dependiente del observador llama mi atención por la máxima que esgrime que el individuo construye su realidad, es partícipe de lo observado y responsable de aquello que le ocurre. Y más aún, que esa realidad puede ser positiva, con interacciones sanas, dependiendo de la realidad que el observador decida construir.A través de la lectura de “La Construcción del Universo” comprendí que no hay verdades absolutas porque cada “verdad” parte siempre del sistema de creencias del que observa. Aquí y ahora contestaría a aquellos profesores de la Escuela de Periodismo que la objetividad es un hecho imposible, la nota periodística siempre estará impregnada por la experiencia y creencias del que la ha redactado o de...