¿Cómo entender la vida y muerte de Jesús?

¿Cómo entender la vida y muerte de Jesús?
Después de todo lo que hemos dicho hasta aquí sobre Jesús, su vida y su muerte, ¿cómo interpretar estos datos? ¿Cómo darle su sentido justo? Desde muy temprano después de la resurrección de Jesús, sus seguidores intentaron darle un sentido unitario a su muerte y a su resurrección. Tal vez el mejor resumen es el que citamos de Hechos de los Apóstoles:“Los hombres lo mataron pero Dios lo resucitó.” Jesús tenía razón, el amor es la única fuerza que sobrevive a la muerte. La vida de Jesús ha sido una entrega total al Padre. Su voluntad fue hacer la voluntad del Padre y eso lo hizo ser la persona que fue. Y descubrió que la voluntad del Padre fue la de amar siempre, no importando las circunstancias.
Amar a todos es tomar conciencia de la mayornecesidad de atención que tienen los más débiles. Amar a todos se ha convertido en la necesidad de poner por delante de los ojos de los que se han cegado por el egoísmo, la avaricia o el odio, una manera nueva de vivir. Es decirles que son amados por Dios y que él los ha perdonado ya por su corazón duro y cerrado. Es decirles que no hay pecado que Dios no esté dispuesto a perdonar o que en realidad nohaya perdonado ya. Pero él no puede –no quiere– forzar a nadie. Por supuesto que ese perdón se quedaría del lado de Dios si el hombre no lo quiere hacer suyo.
Dado que el Padre había resucitado a Jesús, había que darle sentido no sólo a su resurrección o a su muerte sino a su vida entera. Tanto había impactado la muerte de Jesús –tanto por lo brutal de esta contra un inocente como por la maneraimpresionante como Jesús la había enfrentado– que los primeros cristianos, y luego los que le siguieron hasta nuestros días, hemos cargado tal vez demasiado las tintas sobre ella y, si la aislamos de todo su contexto, podemos deformar su sentido, y –con ello– la imagen de Dios y la razón de la misión de Jesús en la Tierra, y hacer de su muerte, su resurrección o de la fe en él un amuleto, unsustituto de nuestra participación responsable en ese amor misericordioso de Dios que quiere salvarnos. Es vital integrar la vida a la muerte y la resurrección de Jesús. Es comprensible que ese modo de morir y el hecho de percibirlo luego vivo, haya impactado al punto de focalizar toda su vida como destinada a ese momento, pero la verdad es que ese momento es sólo el final coherente de toda una vidadedicada a Dios.
Veamos algunas de las frases utilizadas en torno a la muerte de Jesús:
La muerte de Jesús nos ha salvado
Que Jesús nos ha salvado o que es nuestro salvador es algo que se oye frecuentemente. Pero, ¿qué entendemos por “ser salvados”?, ¿de qué necesitamos ser salvados?, ¿significa eso que iremos al cielo? Y si de eso se trata la salvación, ¿entonces no tiene nada que ver con estavida?
Muchos hemos escuchado desde pequeños que el sacrificio de la cruz de Jesús nos ha merecido la salvación. Por su muerte hemos sido salvados. Esta reflexión teológica viene prácticamente desde el siglo XI y –sucintamente– lo que dice es que el pecado del hombre causa una ofensa infinita a Dios, que es infinito (pues la ofensa se mide por la categoría del ofendido). Puesto que el hombre es unser finito y limitado, no puede reparar una ofensa infinita. Es preciso un ser infinito para satisfacer el honor ofendido de Dios. De ahí la necesariedad de la encarnación de Dios (pues el que tiene que reparar la ofensa humana debe ser un humano) para poder “reparar” adecuadamente la “ofensa”.
El problema es que este razonamiento nos da una imagen de Dios que a nuestros ojos es ofensiva segúnel concepto que nos hemos ido forjando al integrar la predicación de Jesús . También es cierto que la sicología, una ciencia mucho más reciente que la teología y que la filosofía, nos da nuevas luces para enmarcar los actos personales dentro del cuadro total de la vida de la persona y de darle un lugar preponderante al sentido de vida que una persona pueda tener para comprender mejor sus...