Calvino_Las Ciudades Y Los Signos
Cátedra Ornani
Lecturas
1.
Las ciudades y los signos
De: Italo Calvino, Las ciudades invisibles, Siruela, Madrid, 2005
El hombre camina días enteros entre los árboles y laspiedras. Rara vez el ojo se detiene en una cosa, y es cuando la ha reconocido como el signo de otra: una huella en la arena indica el paso del tigre, un pantano anuncia una vena de agua; la flor delhibisco, el fin del invierno. Todo el resto es mudo e intercambiable; árboles y piedras son solamente lo que son.
Finalmente el viaje conduce a la ciudad de Támara. Uno se adentra en ella por callesllenas de enseñas que sobresalen de las paredes. El ojo no ve cosas sino figuras de cosas que significan otras cosas: las tenazas indican la casa del sacamuelas; el jarro, la taberna; las alabardas, elcuerpo de guardia; la balanza; el herborista. Estatuas y escudos representan leones, delfines, torres, estrellas: signo de que algo -quién sabe qué- tiene por signo un león o delfín o torre oestrella. Otras señales indican lo que está prohibido en un lugar -entrar en el callejón con las carretillas, orinar detrás del quiosco, pescar con caña desde el puente- y lo que es lícito -abrevar a lascebras, jugar a las bochas, quemar los cadáveres de los parientes-. Desde las puertas de los templos se ven las estatuas de los dioses, representados cada uno con sus atributos: la cornucopia, laclepsidra, la medusa, por los cuales el fiel puede reconocerlas y dirigirles las plegarias justas. Si un edificio no tiene ninguna enseña o figura, su forma misma y el lugar que ocupa en el orden de la ciudadbastan para indicar su función: el palacio real, la prisión, la casa de moneda, la escuela pitagórica, el burdel. Incluso las mercancías que los comerciantes exhiben en los mostradores valen no porsí mismas sino como signo de otras cosas: la banda bordada para la frente quiere decir elegancia; el palanquín dorado, poder; los volúmenes de Averroes, sapiencia; la ajorca para el tobillo,...
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