Canguilhem Cerebro y pensamiento
Páginas: 38 (9493 palabras)
Publicado: 21 de marzo de 2013
El cerebro y el pensamiento1
por
GEORGES CANGUILHEM
Traducción de Mª José Muñoz y Juan Bauzá
Presentación
El texto que el lector tiene aquí traducido es una suerte de continuación, unos 25 años después, del texto sobre la psicología correspondiente a la conferencia del 18 de diciembre de 1956 que también hemos traducido. Si el ataque a la psicología universitaria era en aquellaconferencia contundente: Canguilhem se refería allí a la psicología como una mélange, una especulación o una filosofía sin rigor en su eclecticismo bajo pretexto de objetividad, una ética sin exigencia, y finalmente una medicina sin control, a la búsqueda de su imposible unidad, encontramos en ella un pacto de coexistencia pacífica hoy difícilmente disimulado en la idea de psicología integrada.Aquí Canguilhem reactualiza incluso de manera más radical su crítica a una psicología que es asimilada a una verdadera barbarie. La barbarie que pretende crear una ciencia donde los estados mentales estarían en perfecta correlación con los estados cerebrales y donde el pensamiento se convertiría en un lugar vacío a fuerza de ser comprendido como una secreción del cerebro. Dejamos al lector quejuzgue la pertinencia de las palabras de Canguilhem.
Juan Bauzá y Mª José Muñoz
Texto
Sin duda cada uno de nosotros se jacta de pensar y muchos querrían, además, saber por qué piensan como piensan. Parece que esa cuestión ha dejado manifiestamente de ser puramente teórica. Cada vez más poderes están interesados en nuestro poder de pensar, y creemos comprender por qué. Y, entonces, pornuestra parte, si buscamos saber por qué pensamos como pensamos, es con el fin de poder defendernos contra la incitación, solapada o declarada, a que pensemos como se querría que pensáramos. En efecto, son muchos los que se preguntan sobre las manifestaciones de algunos círculos políticos, sobre ciertos métodos de psicoterapia denominada comportamental, sobre los balances de algunas sociedades deinformática. Han creído discernir allí la virtualidad de una extensión programada de técnicas que apuntan, en último término, a la “normalización” del pensamiento. Para simplificar sin, creo, deformar, es suficiente citar un nombre: el de Leonid Pliouchtch, y una sigla: la de IBM.
De la misma manera que los biologistas no han creído poder hablar del cerebro humano sin situarlo al final de unahistoria [evolutiva] de los seres vivos, me parece útil comenzar esta exposición sobre el cerebro y el pensamiento, situando la cuestión en la historia de la cultura.
Si hoy en día, es de notoriedad pública que el cerebro humano es el órgano del pensamiento, sin embargo conviene recordar que uno de los más grandes filósofos de la Antigüedad, Aristóteles, enseñó que la función del cerebro,antagonista de la del corazón, es la de enfriar (refroidir) el cuerpo del animal. Fue Hipócrates el que enseñó que el cerebro es la sede de las sensaciones, el órgano de los movimientos y de los juicios, de esto nos da testimonio el tratado hipocrático, De la enfermedad sagrada (i.e. la epilepsia). Esta doctrina, retomada en parte por Platón, especialmente en el Timeo, debe a Galeno el haberse impuesto enla cultura occidental. El aristotelicismo militante de Galeno no lo disuadió en este caso de buscar la confirmación de la tesis hipocrática practicando sobre el sistema nervioso y sobre el cerebro experimentos muy ingeniosos.
Habiendo recibido desde sus orígenes, y conservado en el transcurso de los siglos, la representación problemática concerniente a la sede del alma, nuestro problema de hoy hasuscitado, a partir de la filosofía cartesiana, una filiación de teorías y una sucesión de polémicas de las que somos herederos. Un rápido recorrido histórico es indispensable para situar el lugar desde donde debe proceder nuestro examen. Será en el siglo XIX, el lugar de combate del positivismo contra el espiritualismo: la teoría de las localizaciones cerebrales.
Demasiado a menudo se hace...
por
GEORGES CANGUILHEM
Traducción de Mª José Muñoz y Juan Bauzá
Presentación
El texto que el lector tiene aquí traducido es una suerte de continuación, unos 25 años después, del texto sobre la psicología correspondiente a la conferencia del 18 de diciembre de 1956 que también hemos traducido. Si el ataque a la psicología universitaria era en aquellaconferencia contundente: Canguilhem se refería allí a la psicología como una mélange, una especulación o una filosofía sin rigor en su eclecticismo bajo pretexto de objetividad, una ética sin exigencia, y finalmente una medicina sin control, a la búsqueda de su imposible unidad, encontramos en ella un pacto de coexistencia pacífica hoy difícilmente disimulado en la idea de psicología integrada.Aquí Canguilhem reactualiza incluso de manera más radical su crítica a una psicología que es asimilada a una verdadera barbarie. La barbarie que pretende crear una ciencia donde los estados mentales estarían en perfecta correlación con los estados cerebrales y donde el pensamiento se convertiría en un lugar vacío a fuerza de ser comprendido como una secreción del cerebro. Dejamos al lector quejuzgue la pertinencia de las palabras de Canguilhem.
Juan Bauzá y Mª José Muñoz
Texto
Sin duda cada uno de nosotros se jacta de pensar y muchos querrían, además, saber por qué piensan como piensan. Parece que esa cuestión ha dejado manifiestamente de ser puramente teórica. Cada vez más poderes están interesados en nuestro poder de pensar, y creemos comprender por qué. Y, entonces, pornuestra parte, si buscamos saber por qué pensamos como pensamos, es con el fin de poder defendernos contra la incitación, solapada o declarada, a que pensemos como se querría que pensáramos. En efecto, son muchos los que se preguntan sobre las manifestaciones de algunos círculos políticos, sobre ciertos métodos de psicoterapia denominada comportamental, sobre los balances de algunas sociedades deinformática. Han creído discernir allí la virtualidad de una extensión programada de técnicas que apuntan, en último término, a la “normalización” del pensamiento. Para simplificar sin, creo, deformar, es suficiente citar un nombre: el de Leonid Pliouchtch, y una sigla: la de IBM.
De la misma manera que los biologistas no han creído poder hablar del cerebro humano sin situarlo al final de unahistoria [evolutiva] de los seres vivos, me parece útil comenzar esta exposición sobre el cerebro y el pensamiento, situando la cuestión en la historia de la cultura.
Si hoy en día, es de notoriedad pública que el cerebro humano es el órgano del pensamiento, sin embargo conviene recordar que uno de los más grandes filósofos de la Antigüedad, Aristóteles, enseñó que la función del cerebro,antagonista de la del corazón, es la de enfriar (refroidir) el cuerpo del animal. Fue Hipócrates el que enseñó que el cerebro es la sede de las sensaciones, el órgano de los movimientos y de los juicios, de esto nos da testimonio el tratado hipocrático, De la enfermedad sagrada (i.e. la epilepsia). Esta doctrina, retomada en parte por Platón, especialmente en el Timeo, debe a Galeno el haberse impuesto enla cultura occidental. El aristotelicismo militante de Galeno no lo disuadió en este caso de buscar la confirmación de la tesis hipocrática practicando sobre el sistema nervioso y sobre el cerebro experimentos muy ingeniosos.
Habiendo recibido desde sus orígenes, y conservado en el transcurso de los siglos, la representación problemática concerniente a la sede del alma, nuestro problema de hoy hasuscitado, a partir de la filosofía cartesiana, una filiación de teorías y una sucesión de polémicas de las que somos herederos. Un rápido recorrido histórico es indispensable para situar el lugar desde donde debe proceder nuestro examen. Será en el siglo XIX, el lugar de combate del positivismo contra el espiritualismo: la teoría de las localizaciones cerebrales.
Demasiado a menudo se hace...
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