Canto 21,33 y 34 De La Divina Comedia.Infierno

Páginas: 13 (3205 palabras) Publicado: 3 de septiembre de 2011
CANTO XXI

Así de puente en puente, conversando
de lo que mi Comedia no se ocupa,
subimos, y al llegar hasta la cima 3

nos paramos a ver la otra hondonada
de Malasbolsas y otros llantos vanos;
y la vi tenebrosamente oscura. 6

Como en los arsenales de Venecia
bulle pez pegajosa en el invierno
alreparar sus leños averiados, 9

que navegar no pueden; y a la vez
quién hace un nuevo leño, y quién embrea
los costados a aquel que hizo más rutas; 12

quién remacha la popa y quién la proa;
hacen otros los remos y otros cuerdas;
quién repara mesanas y trinquetas; 15

asi,sin fuego, por divinas artes,
bullía abajo una espesa resina,
que la orilla impregnaba en todos lados. 18

La veía, mas no veía en ella
más que burbujas que el hervor alzaba,
todas hincharse y explotarse luego. 21

Mientras allá miraba fijamente,
el poeta, diciendo: «¡Atento, atento!»
a él me atrajo delsitio en que yo estaba. 24

Me volvi entonces como aquel que tarda
en ver aquello de que huir conviene,
y a quien de pronto le acobarda el miedo, 27

y, por mirar, no demora la marcha;
y un diablo negro vi tras de nosotros,
que por la roca corriendo venía. 30

¡Ah, qué fieratenía su apariencia,
y parecían cuán amenazantes
sus pies ligeros, sus abiertas alas! 33

En su hombro, que era anguloso y soberbio,
cargaba un pecador por ambas ancas,
agarrando los pies por los tendones. 36[L226]

«¡Oh Malasgarras ‑‑dijo desde el puente‑,
os mando a un regidor de Santa Zita!Ponedlo abajo, que voy a por otro

a esa tierra que tiene un buen surtido:
salvo Bonturo todos son venales;
del “ita” allí hacen “no” por el dinero.»

Abajo lo tiró, y por el escollo
se volvió, y nunca fue un mastín soltado
persiguiendo a un ladrón contanta prisa.

Aquél se hundió, y se salía de nuevo;
mas los demonios que albergaba el puente
gritaron: «¡No está aquí la Santa Faz

y no se nada aquí como en el Serquio!
así que, si no quieres nuestros garfios,
no te aparezcas sobre la resina.»

Con más de cien arpones le pinchaban,
dicen: «Cubiertobailar aquí debes,
tal que, si puedes, a escondidas hurtes.»

No de otro modo al pinche el cocinero
hace meter la carne en la caldera,
con los tridentes, para que no flote.

Y el buen Maestro: «Para que no sepan
que estás agua ‑me dijo‑ ve a esconderte
tras una roca que sirva de abrigo;y por ninguna ofensa que me hagan,
debes temer, que bien conozco esto,
y otras veces me he visto en tales líos.» 63

Después pasó del puente a la otra parte;
y cuando ya alcanzó la sexta fosa;
le fue preciso un ánimo templado. 66

Con la ferocidad y con la saña
que los perros atacan al mendigo,que de pronto se para y limosnea, 69

del puentecillo aquéllos se arrojaron,
y en contra de él volvieron los arpones;
mas él gritó: «¡Que ninguno se atreva! 72

Antes de que me pinchen los tridentes,
que se adelante alguno para oírme,
pensad bien si debéis arponearme.» 75...
Leer documento completo

Regístrate para leer el documento completo.

Estos documentos también te pueden resultar útiles

  • la divina comedia infierno resumen del canto 1 al 34
  • La Divina Comedia Canto 20 Al 34 Infierno
  • canto 5 de la divina comedia
  • Canto Iii Divina Comedia
  • Divina Comedia Canto Iii
  • Cantos Al Divino Niño
  • Canto v divina comedia
  • Canto 1 de la divina comedia

Conviértase en miembro formal de Buenas Tareas

INSCRÍBETE - ES GRATIS