Capitulo 6 de Don Quijote de la mancha
COMENTARISTA. - Yahora estamos de nuevo en el hogar del hidalgo que reposa su cuerpo, pero que deja volar su alma. De nuevo las armas. Frente al Estado moderno, a los ejércitos colectivos, la afirmación del valor delcaballero aventurero..., como en un sueño.
CURA. - Vienen nuevas de la Corte de que el turco baja con una poderosa armada. Dios sabe dónde descargará tan gran nublado. Su Majestad ha hecho proveer lascostas de Nápoles y Sicilia y la isla de Malta.
DON QUIJOTE. - Su Majestad ha hecho como prudentísimo guerrero en proveer sus estados con tiempo, porque no le halle desapercibido el enemigo; pero sitomara mi consejo, aconsejarlo yo que usara de una prevención, de la cual su Majestad, la hora de ahora, debe estar muy ajeno de pensar en ella.
BARBERO.-Veamos ese consejo, no sea uno de losmuchos advertimientos impertinentes que se suelen dar a los príncipes...
DON QUIJOTE. - ¡Cuerpo de tal! ¿Hay más sino mandar su Majestad por público pregón que se junten en la Corte para un día señaladotodos los caballeros andantes que vagan por España, que aunque no viniesen sino media docena, tal podría venir entre ellos, que sólo bastare a destruir toda la potestad del Turco ?...
SOBRINA. - ¡Ay!¡Que me maten si no quiere mi señor volver a ser caballero andante!
DON QUIJOTE. - Caballero andante he de morir y baje o suba el Turco cuando él quisiere y cuán poderosamente pudiere; que otra vezdigo que Dios me entiende.
COMENTARISTA. - ¿Ese sueño no era el ensueño hecho de recuerdos en Cervantes? ¿No afirmó con su valor propio, con las heridas de su pobre carne enferma, la fuerza delespíritu? ¿Aquel día, como en Mühlberg, no fue cada hombre un caballero? ¿No fue el triunfo del esfuerzo bélico heroico en actos individuales? La más alta ocasión que vieron los siglos aparece aquí...
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