Capitulo extra de el rumor del oleaje

Intencion

Se puede generalizar el proposito de la lengua escrita como la intención universal de transmitir un mensaje, dar a conocer una nocion, o implantar una idea. La manera mas efectiva de lograr este cometido consiste en la creación de un vinculo que conecte al lector con algun elemento de la narración. Para que esto suceda, se necesita tener en cuenta la audiencia a la cual esta dirigidoel texto.
Yukio Mishima, en su obra El rumor del oleaje construye una utopia situada en la idilica isla de Utajima, alienada completamente de la cultura occidental y su déficit moral. Este escenario es completamente ajeno al munto contemporanceo de los lectores quienes se ven rodeados de una mirirada de influencias corrompedoras a las cuales les tienen que hacer frente de manera cotidiana. Poresta marcada diferencia en ambito es difícil que el lector comprenda el relato del todo. Opte por escribir un nuevo capitulo, introducido a la linea narrativa como una analepsis cuyo catalista es aquella primera oleada de rumores que conciernen la posibilidad del sexo entre los protagonistas. Escogi este momento porque es el punto critico en el cual la utopia pende de un hilo muy fino, es perfectopara acabar de destruir la ilusion. Esta escena relata el origen de las vasijas mencionadas en los primeros capitulos de la novela como piezas de arte de incalculable belleza e impecable tecnica. Estas vasijas son presentadas como parte de la historia de la isla, pero el como llegaron alli es un misterio. Decidi jugar con la dudosa procedencia de estos objetos para complementar el relato con unelemento de carácter mas humano: la violencia. Unos piratas trajeron las vasijas a la isla como parte de su tesoro entintado en sangre de inocentes.
Este capitulo destruye la base en donde Mishima construyo su mundo imaginario y lo pone en el mismo plano de la civilización que los rodea. Es infinitamente mas sencillo conectar dos puntos que se encuentran al mismo nivel que intentar lo contrario.332 palabras

Los bandidos de Utajima

Cuando el sol era aun joven y los altos acantilados resistian las frecuentes embestidas de un mar recien nacido, las naos persas dominaban las corrientes del Pacifico. Eran unas embarcaciones colosales, armadas con artilleria pesada y dispuestas de la misma agilidad poseida por los tiburones que infestaban las frias aguas que navegaban. Eran unespectáculo aterrador en tiempos de paz y uno estremecedor en tiempos de guerra, en una era en la cual no escaseaban los conflictos. La tripulacion en ese enconces consistia de los neventa y siete canallas de mayor renombre del Medio Oriente, escogidos entre los millares de aplicantes por su implacable sevicia. Cabe mencionar que a pesar de su disposición un tanto indecorosa, eran leales como perros, aquienes podias azuzar en contra de tus enemigos, teniendo la seguridad que atacarian con una vehemencia de otro mundo.
Esta reputacion precedia nuestra llegada los puertos en los cuales el pueblo entero esperaba temeroso, con sus alhajas mas preciadas en mano, dispuestos a entregarlas sin el menor indicio de lucha. Esta muestra de control nos mantuvo envueltos en un extasis muy particular,producido solamente por la mezcla perfecta de poder y riqueza. Claro que la monotonia de la rutina se hizo evidente al pasar de los años, convirtiendo lo cotidiano en ordinario y lo ordinario en sinonomo de tortura. Nadie queria admitirlo, pero la seguridad que perneaba nuestro futuro nos tenia sombrios y faltos de la adrenalina que buscabamos al inciar el viaje. Este estado de animo se hizo evidente porla rapidez con la cual el vino desaparecia y la necesidad cada vez mas constante de rellenar la cava del buque. Fuimos noventa y siete sacos de papas ebrios de poder.
Ni entonces se sublevaron los pueblos quienes, cegados por rumores, se abstenian de coger sus armas y mandarnos al infierno que mereciamos. Por eso no estabamos preparados para el ataque que un pequeño bandido fraguaba...