CAPITULO XVII. DE LAS CAUSAS, GENERACIÓN Y DEFINICIÓN DE UN "ESTADO"

Páginas: 8 (1907 palabras) Publicado: 22 de octubre de 2013
El fin del Estado es, particularmente, la seguridad. Cap. XIII. La causa final, fin o designio de los hombres (que naturalmen­te aman la libertad y el dominio sobre los demás) al introducir esta restricción sobre sí mismos (en la que los vemos vivir for­mando Estados) es el cuidado de su propia conservación y, por añadidura, el logro de una vida más armónica; es decir, el deseo de abandonar esamiserable condición de guerra que, tal como he­mos manifestado, es consecuencia necesaria de las pasiones natu­rales de los hombres, cuando no existe poder visible que los tenga a raya y los sujete, por temor al castigo, a la realización de sus pactos y a la observancia de las leyes de naturaleza establecidas en los capítulos XIV y XV.
Que no se obtiene por la ley de naturaleza. Las leyes denatu­raleza (tales como las de justicia, equidad, modestia, piedad y, en suma, la de haz a otros lo que quieras que otros hagan por ti) son, por sí mismas, cuando no existe el temor a un determinado po­der que motive su observancia, contrarias a nuestras pasiones na­turales, las cuales nos inducen a la parcialidad, al orgullo, a la venganza y a cosas semejantes. Los pactos que no descansan en laespada no son más que palabras, sin fuerza para proteger al hom­bre, en modo alguno. Por consiguiente, a pesar de las leyes de na­turaleza (que cada uno observa cuando tiene la voluntad de ob­servarlas, cuando puede hacerlo de modo seguro) si no se ha ins­tituido un poder o no es suficientemente grande para nuestra seguridad, cada uno fiará tan sólo, y podrá hacerlo legalmente, sobre su propiafuerza y maña, para protegerse contra los demás hombres. En todos los lugares en que los hombres han vivido en pequeñas familias, robarse y expoliarse unos a otros ha sido un comercio, y lejos de ser reputado contra la ley de naturaleza, cuan­to mayor era el botín obtenido, tanto mayor era el honor. Entonces los hombres no observaban otras leyes que las leyes del honor, que consistían en abstenerse dela crueldad, dejando a los hombres sus vidas e instrumentos de labor. Y así como entonces lo hacían las familias pequeñas, así ahora las ciudades y reinos, que no son sino familias más grandes, ensanchan sus dominios para su propia seguridad y bajo el pretexto de peligro y temor de invasión, o de la asistencia que puede prestarse a los invasores, justamente se esfuerzan cuanto pueden parasometer o debilitar a sus vecinos, me­diante la fuerza ostensible y las artes secretas, a falta de otra ga­rantía; y en edades posteriores se recuerdan con tales hechos.
Ni de la conjunción de unos pocos individuos o familias. No es la conjunción de un pequeño número de hombres lo que da a los Estados esa seguridad, porque cuando se trata de reducidos nú­meros, las pequeñas adiciones de una parte o deotra, hacen tan grande la ventaja de la fuerza que son suficientes para acarrear la victoria, y esto da aliento a la invasión. La multitud suficiente para confiar en ella a los efectos de nuestra seguridad no está determinada por un cierto número, sino por comparación con el enemigo que tememos, y es suficiente cuando la superioridad del enemigo no es de una naturaleza tan visible y manifiestaque le determine a intentar el acontecimiento de la guerra.
Ni de una gran multitud, a menos que esté dirigida por un cri­terio. Y aunque haya una gran multitud, si sus acuerdos están di­rigidos según sus particulares juicios y particulares apetitos, no puede esperarse de ello defensa ni protección contra un enemigo común ni contra las mutuas ofensas. Porque discrepando las opi­nionesconcernientes al mejor uso y aplicación de su fuerza, los individuos componentes de esa multitud no se ayudan, sino que se obstaculizan mutuamente, y por esa oposición mutua reducen su fuerza a la nada; como consecuencia, fácilmente son sometidos por unos pocos que están en perfecto acuerdo, sin contar con que de otra parte, cuando no existe un enemigo común, se hacen gue­rra unos a otros, movidos por sus...
Leer documento completo

Regístrate para leer el documento completo.

Estos documentos también te pueden resultar útiles

  • CAPITULO xvii
  • Definicion de causa
  • El principito: capítulo xvii
  • Capitulo xvii leviatan de hobbes
  • Causas De La Generación Y Acumulación De Residuos
  • CAPITULO 1 GENERACION DE LOS COMPUTADORES
  • Capítulo xvii don quijote de la mancha
  • Acv. Definicion. Causas

Conviértase en miembro formal de Buenas Tareas

INSCRÍBETE - ES GRATIS