Capítulo Quinto Resumen

Capítulo quinto: Evangelizadores con Espíritu

En el capítulo final, el Papa se propone ofrecer algunas reflexiones acerca del espíritu de la nueva evangelización, invocando al Espíritu Santo que es“el alma de la Iglesia evangelizadora”, para que venga a renovar, a sacudir, a impulsar a la Iglesia en una audaz salida fuera de sí para evangelizar a todos los pueblos. Este capítulo tiene dosapartados: por un lado, las motivaciones para un renovado impulso misionero y por el otro, la presentación de María, Madre de la Evangelización .

I. Motivaciones para un renovado impulso misionero: parael Papa, los evangelizadores tienen que evitar propuestas parciales y desintegradoras y deben conjugar oración y trabajo: “no sirven ni las propuestas místicas sin un fuerte compromiso social ymisionero, ni los discursos y praxis sociales o pastorales sin una espiritualidad que transforme el corazón”. Así, propone cuatro motivaciones que nos pueden ayudar a imitar el ejemplo de los primeroscristianos:

La primera motivación es el encuentro personal con el amor de Jesús que nos salva, invitando a que todos hagamos experiencia del amor de Dios, esto dice que si “una persona que no estáconvencida, entusiasmada, segura, enamorada, no convence a nadie”.
La segunda motivación es el gusto espiritual de ser pueblo, que significa “estar cerca de la vida de la gente, hasta el punto de descubrirque eso es fuente de un gozo superior”, tener la pasión por su pueblo que tuvo Jesús, como modelo. Aquí tiene palabras muy interpelantes para los laicos, al decir que “hay que reconocerse a sí mismocomo marcado a fuego” por la misión de “iluminar, bendecir, vivificar, levantar, sanar, liberar” de modo que cada uno pueda decir “yo soy una misión en esta tierra”.
La acción misteriosa del Resucitadoy de su Espíritu: ante la tentación del pesimismo, el fatalismo y la desconfianza y la idea de que nada se puede cambiar, hay que descubrir que “Cristo resucitado y glorioso es la fuente profunda...