CARTA DE PEDRO DE VALDIVIA AL EMPERADOR CARLOS V ( 4 DE SEPTIEMBRE 1945
Sepa V. M. que cuando el Marqués don Francisco Pizarro me dio esta empresa, no había hombre que quisiese venir a esta tierra, y los que más huían della [de ella] eran los que trajo el adelantado don Diego de Almagro, quecomo la desamparó, quedó tan mal infamada, que como de la pestilencia huían della [de ella]; y aún muchas personas que me querían bien y eran tenidos por cuerdos, no me tovieron [tuvieron] por tal cuando me vieron gastar la hacienda que tenía en empresa tan apartada del Perú, y donde el Adelantado no había perseverado, habiendo gastado él y los que en su compañía vinieron más de quinientos mill[mil] pesos de oro; y el fructo [fruto] que hizo fue poner doblado ánimo a estos indios; y como vi [ví] el servicio que a V. M. se hacía en acreditársela, poblándola y sustentándola, para descobrir [descubrir] por ella hasta el Estrecho de Magallanes y Mar del Norte, procuré de me dar buena maña, y busqué prestado entre mercaderes y con lo que yo tenía y con amigos que me favorecieron, hice hastaciento y cincuenta hombres de pie y caballo, con que vine a esta tierra; pasando en el camino todo grandes trabajos de hambres, guerras con indios, y otras malas venturas que en estas partes ha habido hasta el día de hoy en abundancia.
Por el mes de abril del año de mil quinientos treinta y nueve me dio el Marqués la provisión, y llegué a este valle de Mapocho por el fin del año de 1540. Luegoprocuré de venir a hablar a los caciques de la tierra, y con la diligencia que puse en corrérselas [en recorrerlas], creyendo éramos cantidad de cristianos, vinieron los más de paz y nos sirvieron cinco o seis meses bien, y esto hicieron por no perder sus comidas, que las tenían en el campo, y en este tiempo nos hicieron nuestras casas de madera y paja con la traza que les di, en un sitio dondefundé esta cibdad de Sanctiago [ciudad de Santiago] del Nuevo Extremo, en nombre de V. M., en este dicho valle, como llegué a los 24 de febrero de 1541 [1] .
Fundada, y comenzando a poner alguna orden en la tierra, con recelo que los indios habían de hacer lo que han siempre acostumbrado en recogiendo sus comidas, que es alzarse, y conociéndoseles bien en el aviso que tenían de nos contar a...
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