Cartares de Roldan
Siente Roldán que su tiempo es acabado. Está tendido sobre laempinada colina, vuelto el rostro hacia España. Con una mano golpea su pecho:
-¡Dios! –Dice- ¡Que tu gracia borre mis culpas, mis pecados grandes y pequeños que cometí desdela hora en que nací hasta el día en que me ves aquí quebrantado!
Y tiende hacia Dios su guante derecho. Los ángeles del cielo descienden hasta él.
Yace elconde Roldán bajo un pino. Hacia España tiene vuelto el rostro. Y comienza a recordar muchas cosas: las tierras que ha conquistado, la poderosa, la dulce Francia; os hombres de suestirpe; Carlomagno, su señor, que le ha alimentado. Por todo lloras y suspira, sin poder refrenarse. Pero no quiere olvidarse a sí mismo; confiesa sus culpas y pide a Dios perdón: -¡Padre verdadero, que jamás has mentido: Tú, que resucitaste a Lázaro de entre los muertos; Tú, que salvaste a Daniel de los leones, salva mi alma de todos lospeligros, por los pecados que cometí durante mi vida!
Ha ofrecido a Dios su guante derecho. San Gabriel lo ha tomado de la mano. Sobre su brazo ha inclinado la cabeza, yavanza, juntas las manos, hacia su fin. Dios le envía su ángel Querubín y San Miguel del Peligro. Con ellos se acerca San Gabriel. Entre todos conducen el alma del conde al paraíso.
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