Cartas de Zambia
Segun trascendió, esta mujer, con movimientos de niña y cabellos al viento murmura sincesar “táctica….táctica…..” Mientras camina lenta y tristemente, por un sendero de tierra azul….
La desdichada, parece flotar, en esa tierra ingravida, donde a vivir, su ausencia (la de él) lacondena, es eso, que los católicos llaman “limbo” ni viva ni muerta, ni presente ni ausente, ni alegre ni triste.
Su mirada perdida, su aire cansino, su letanía “táctica…..táctica”
Todo hace suponer queha tenido contacto con cierto hombre, ni gordo ni flaco, ni lindo ni feo, ni afeitado ni barbudo, ni conservador ni anarquista, ni periodista ni diseñador gráfico.
Parece que este oficial de lasfuerzas de seguridad, muy poco castrense el susodicho, le habría susurrado al oido, un determinado poema, de un poeta, ajeno a Zambia, un poetastro sudamericano, para más datos, llamado Mario Benedetti.Parece que el sujeto en cuestión, se vinculó de forma poco común, con esta mujer, que los primeros tiempos acusaba tener cerca de 87 años.
Hasta que, como relatan, este señor se le acercó empuñandouna maquina de hechar flit. Con la máquina cargada la encañonó y la mujer lo miró con sus ojos, ahora muy abiertos; ella hizo una ligera mueca y escondió su propia máquina de flit, gastada después detantos años de uso.
No quízo ( interpretan los comedido), que él, descubriera sus intenciones de dispararle flit a mansalva.
Aquí viene lo más interesante, el bajó la máquina que tenía en sus manos,en un claro gesto de rendición.
Pero…..acaso había ganado la batalla la anciana dama?…..No, ocurrió algo, sorprendente, cuasi un milagro, me resisto a hablar de milagros….soy creyente …creo a pie...
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