cartas a quien pretende enseñar (paulo freire)

PRIMERA CARTA
Enseñar – aprender. Lectura del mundo – Lectura de la palabra.

El autor comienza este análisis intentando librarnos de la idea de que enseñar y aprender son dos ideas completamente separadas. Nos instruye en la noción de que el educador en el ejercicio de enseñar debe a su vez aprender. Se entiende, por lo tanto, que el ejercicio práctico de enseñar es un proceso complejo,lejano a la idea de que el maestro tan solo transfiere información al educando. Sino que el educador aprende retroalimentando a través de su propia curiosidad y de su capacidad de replantearse, de manera crítica, lo enseñado advirtiendo cuáles son los caminos que llevan la curiosidad del enseñando al aprendizaje.
Al contemplar la idea de replantearse de manera crítica lo enseñado, nos llevaineludiblemente a la concepción de que el educador debe estar constantemente capacitándose, pues no puede enseñar lo que no sabe.
Ahora, esta capacitación parte con la experiencia de aprender, de quien se está preparando para la tarea docente, que necesariamente implica estudiar y esto a su vez leer. Ahora diferenciaremos que leer abarca mucho más que la simple tarea de descifrar caracteres dentro deun texto, sino que comprometerse con la experiencia creativa de comprender y comunicar.
Comprender comienza con la experiencia sensorial, lo cotidiano, pero al dejar una insuficiente lectura del mundo, tenemos que llevar esta lectura al nivel abstracto generalizando, tal como se hace en el lenguaje escolar, para pasar luego a lo concreto lo tangible. Esto significa que para comprender un algo,la experiencia sensorial muchas veces es una referencia muy cercana al fenómeno percibido, por lo cual no se puede adentrar en una buena “lectura” de éste. Pero si se toma la distancia adecuada, generalizando, el fenómeno se puede efectuar una lectura más completa.
Una persona que tiene la capacidad de comprensión es porque sabe leer y aprender a leer la prepara para escribir (comunicar). Luego,leer y escribir no son cuestiones separadas sino que son parte de un mismo proceso, escribir lo leído te permite re-leer lo leído.
En este punto podemos volver al inicio de esta página. Si al enseñar a leer, el enseñando no se encuentra preparado para escribir hay el educador tiene que replantearse críticamente lo que se enseña y capacitarse, estudiar, aprender. En definitiva es una granllamado a que como educadores aprendamos a aprender.

TERCERA CARTA
Vine a hacer el curso de magisterio porque no tuve otra posibilidad.

Esta carta en particular está llena de referencias a la historia de Brasil y sugerencias basadas en dicha experiencia, por lo cual varias de ellas no son completamente aplicables a nuestra realidad.
Sin embargo, es sorprendente que, a pesar de loanteriormente mencionado, no existen mayores diferencias en cuanto a reivindicaciones sociales y salariales entre nuestro país y el del autor. Es más, el autor parte señalando que una de las primeras prácticas que deben terminar con respecto a la desvalorización del magisterio es precisamente el que se les llame tíos o tías a los educadores, práctica también largamente realizada en nuestro territorio.Considera, entre otras cosas, que el denominativo de tías impide que sea socialmente aceptada cualquier manifestación de inconformidad por parte de los maestros. El ejemplo más lógico es imaginarse un titular de prensa indicando “Las Tías se van a huelga”, lo cual suena similar a un padre que no desea reconocer a su hijo.
Bajo estas consideraciones, el autor nos insta a que el cambio parta por losdirectamente interesados, siendo imperativo que el maestro sea el primero en reconocerse como un ente fundamental dentro de la vida social. Debe investirse de la dignidad e importancia que atañe a un individuo que está constantemente influenciando a personas, las cuales pueden verse beneficiadas o perjudicadas por su práctica, siendo su obligación ética ser especialmente riguroso en su propia...