Caso Gallo
“El vinicultor es un guerrero”, así empieza un viejo poemaitaliano. Durante casi 50 años, los dos hijos de un inmigrante italiano habían tomado esas palabras de corazón. Desde que habían aportado un capital mancomunado de 5,900 dólares para instalar suvinatería en Modesto, California, en 1933, los hermanos habían manejado su empresa don disciplina, precisión y éxito del que pocas compañías gozaban, pero hacia fines de los años ochenta Ernest y Julio,entonces de setenta años de edad, se tuvieron que preocupar por el futuro de su extraordinario negocio. En 1986, la revista Fortune publicó un raro y perspicaz artículo sobre la compañía. Acontinuación se cita el artículo casi en su totalidad.
Una voluntad de dominio
Cuando se trata de negocios, los hermanos Ernest y Julio Gallo no soportan el dispendio ni la debilidad. Sólo indague lacantidad de compañías, grandes o pequeñas que durante las pasadas cinco décadas han cometido el error de aventurarse en sus terrenos. (A pesar de su edad, Ernest y Julio) no habían perdido su tenazvoluntad de dominio… ¿Cuál es el secreto de Gallo? “Una constante lucha por la perfección en todos los aspectos de nuestros negocios”, dice Ernest. Esto puede parecer autosuficiencia y, en gran parte, escierto. Expuesto con claridad, Ernest y Julio son mejores en el trabajo práctico del negocio del vino que nadie en el mundo, son más hábiles, más cuidadosos, más exactos y no tienen miedo de ejercersu poder sobre los vinateros, distribuidores y otros. “Algunas veces me siento como un corredor olímpico que se disgusta con su entrenador”, dice David Terk, un distribuidor independiente deAbilene, Texas. “Gallo presiona tanto que terminas trabajando más de lo que quieres.
No es que los gallo no enfrentaran retos, el más extraño por mucho se refiere a su hermano más joven Joseph, de 66...
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