castillo

Escena 1
(Todos los invitados, sirvientes, Manfred, Hippolita, Matilda, e Isabella en la capilla del castillo)
Narradora: Manfred, príncipe de Otranto tenía un hijo y una hija, esta, una bellísima doncella de dieciocho años, se llamaba Matilda. El hijo tres años menor, era un joven feo, enfermizo y su disposición nada prometedora. Manfred había concertado un matrimonio con la hija de unmarques, Isabella. Los súbditos atribuían aquella boda precipitada al temor del príncipe de ver cumplida la profecía según la cual decía que el castillo y el señorío de Otranto dejarían de pertenecer a la actual familia cuando su auténtico dueño creciera tanto que no pudiera habitarlo.
Manfred: ¿Dónde se encuentra Conrad? ¡Sirviente ve a buscarlo de inmediato!
Sirviente: Si Señor (correapresuradamente en busca de Conrad)
Manfred: No podemos retrasar más esto. (El sirviente vuelve frenético señalando el patio del castillo, Hippolita se desmaya) ¿Qué sucede?
Sirvienta: ¡oh, el yelmo! ¡El yelmo! (todos los los presentes se dirigen el al patio mientras Matilda ayuda a su madre)
Manfred: ¿Que estáis haciendo? ¿Dónde está mi hijo? (los sirvientes levantan un montón de plumas negras)
Sirvienta:¡oh, señor! ¡El príncipe! ¡El príncipe! ¡El yelmo! (Manfred se acerca a su hijo y lo mira después de un momento los sirvientes llevan el cadáver al salón).
(Llega Matilda)
Matilda: querido padre, soy yo, vuestra hija.
Manfred: ¡vete yo no quiero una hija! (Le golpea fuertemente la cara)
(Matilda se retira)
Escena 2
(Matilda se dirige a la recamara donde se encuentra Hippolita e Isabella)Hippolita: ¿Cómo esta Manfred?
Matilda: Esta bien
Hippolita: (tristemente) pero ¿me dejara verlo? ¿No me permitirá mezclar mis lágrimas con las suyas y que las penas de una madre se derramen sobre el pecho de su señor? ¿o me engañas Matilda? Sé cuánto Manfred amaba a su hijo ¡ah me temo lo peor!
(Llega una sirvienta)
Sirvienta: El señor quiere hablar con la señorita Isabella
Isabella:¿conmigo?
Hippolita: Ve, consuélalo mi querida Isabella y dile que contendré mi angustia antes de juntarla con la suya.
Escena 3
(Isabella llega a la recamara de Manfred)
Isabella: ¡mi señor!
Manfred: Si he mandado a buscaros por un asunto de gran importancia.
Isabella: ¿Qué ha pasado mi querido Manfred?
Manfred: Vos habéis perdido a un esposo indigno de vuestros encantos, que ahora estarán mejorservidos. En lugar de un muchacho enfermizo, tendréis un marido en la flor de su edad, que sabrá valorar vuestra belleza y que puede esperar una prole numerosa.
Isabella: Mi señor, mi mente está demasiado apesadumbrada por la reciente catástrofe como para pensar en otro matrimonio... ¿Pero quién sería aquel hombre?
Manfred: Isabella, puesto que no puedo daros a mi hijo, me ofrezco a vos yomismo.
Isabella:(Sorprendida) ¡Cielos! ¡Qué oigo! ¡Vos, mi señor! ¡Vos! ¡Mi padre político! ¡El padre de Conrad! ¡El esposo de la virtuosa y tierna Hippolita!
Manfred: ¡Hippolita ya no es mi mujer! Me divorcio de ella desde ahora mismo. Mi sino depende de tener hijos, y esta noche confío que me dé una nueva compañera que haga realidad mis esperanzas. (Toma la mano de Isabella)
Isabella: (Gritahe intenta escapar) ¡Mirad, mi señor que el mismo cielo está en contra de vuestras impías intenciones!
Manfred: ¡Ni el cielo ni el infierno se opondrán a mis designios! (Se escuchan unos ruidos de objetos caerse)
Isabella: -¡Escuchad, mi señor! ¿Qué ruido es ese? (Isabella escapa)
Escena 4
(Isabella se encuentra con Teodoro en el subterráneo)
Isabella: (Asustada encuentra a Teodoro)Teodoro: No os alarméis, señora, que no os haré ningún mal.

Isabella: Señor, quienquiera que seáis, tened piedad de una desdichada princesa al borde de la destrucción ayudadme a escapar de este fatal castillo o dentro de pocos momentos, pueden hundirme en la miseria para siempre.
Teodoro: ¿Y qué puedo hacer para ayudaros? Yo moriría por defenderos, pero no estoy familiarizado con el castillo y...