ciclo de vida
Viene a cuento esta reflexión porque cadacliente tiene un ciclo de vida que hay que saber gestionar. Comienza con las primeras acciones comerciales de nuestro equipo o cuando entra por la puerta de nuestro negocio, pasa por una o variasacciones de venta y tarde o temprano puede llegar a su fin, nos guste o no. Nada es eterno y, en la empresa, ninguna relación proveedor cliente es para siempre, por muy casados que estén.
Centrándonosen el ocaso de la relación cliente-proveedor, es conveniente darse cuenta de que un cliente que se va es una situación que se debe gestionar con profesionalidad. Cuando esto sucede, es más querecomendable ponerle las cosas fáciles y permitirle con elegancia que lo haga, sin poner trabas ni dificultades durante el proceso de salida. Tenerlo cautivo y machacarlo para que no se vaya, o abandonarlocuando haya decidido irse no son estrategias rentables, sino todo lo contrario:
El cliente siempre puede volver: Nunca digas nunca jamás, que decía James Bond. Lo mismo sucede con un cliente que se va,nunca se sabe cuándo puede volver y tal vez sea antes de lo que uno se imaginaría.
Hay que mantener una buena imagen de nuestro negocio: Siempre hay que guardar las formas y no se puede olvidarnunca que la imagen que demos al exterior siempre cuenta. Si un cliente se va y se monta un escándalo, seguro que pasa factura.
El cliente hablará bien de nosotros: Si a un cliente le damos un buenservicio hasta el final, no tendrá ningún motivo para que hable mal de nuestro negocio.
Hay que intentar aprender: Si un cliente se va, nuestro esquema de producto, servicio, precio,… no satisface sus...
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