Cielo e infierno desde la tierra
Todo el tiempo vivimos quejándonos y envidiando lo que los demás poseen. Nos sentimos desdichados de la vida que nostocó vivir y de la situación en la que nos encontramos.
Culpamos a las demás personas de todo lo que nos acontece, y pensamos que tenemos mala suerte y quenunca podemos lograr lo propuesto.
Vivimos en una sociedad en la que lo más importante es la apariencia física, no vemos más allá de cómo luce unapersona en su exterior. No somos capaces de reconocer las cualidades y virtudes que poseemos cada uno de nosotros.
Estamos acostumbrados a crear una tormentaen un vaso de agua y siempre vivimos lamentándonos por qué es que las demás personas siempre logran lo que quieren y nosotros no.
La respuesta está en quelas demás personas, reconocen y aceptan las cualidades y habilidades que poseen, trabajan en ellas para reforzarlas y sacan provecho de ellas al máximo.Lo primero que debemos hacer es eso, aprender a reconocer nuestras capacidades y limitaciones, ejercitarlas y aprovecharlas. Eso no significa pasar porencima de todos para lograrlo. Hay que, también, aprender a amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos. Los seres humanos no podemos vivir completamenteaislados, ya que necesitamos de los demás para sobrevivir.
No hay que competir contra los demás, los demás no son el verdadero enemigo; el único enemigocontra el que hay que competir, somos nosotros mismos, que nos complicamos la vida haciendo de cosas sencillas algo completamente complicado y enredado.
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