Ciencia
Por León Valencia
OPINIÓNLa estrategia de restarle importancia al incremento de la violencia no ha dado buenos resultados. La gente está verdaderamentealarmada y así lo refleja la encuesta de SEMANA. El dato que trae la encuesta de Ipsos Napoleón Franco contratada por SEMANA es contundente: el 82 por ciento de los encuestados considera que el principalproblema de Bogotá es la inseguridad y la violencia. La movilidad, que a simple vista debería ser la gran preocupación, solo reúne a un 30 por ciento de los consultados.
No es una percepción lejanade la realidad. El año pasado, la tasa de homicidios por cada cien mil habitantes dio un salto de más de tres puntos: pasó de 20 a 23,4. Así mismo, delitos de alto impacto como el hurto a personas yel de vehículos, residencias y establecimientos causaron grandes traumatismos en la ciudad.
Tampoco es una distorsión de los sentimientos humanos. Los estudios de las ansiedades y miedos en lasgrandes ciudades del mundo muestran que la zozobra causada por el incremento de los homicidios o la proliferación del robo y las agresiones supera con creces la que surge de otros problemas graves comoel desempleo o la deficiencia en los servicios públicos.
Lo que ocurre en Bogotá obedece a mutaciones de la violencia en el país y a una recomposición de las estructuras criminales. Las mafias hanperdido mercados internacionales de la droga y, para compensar la baja en la exportación de cocaína y alucinógenos, están incrementando el tráfico y la venta para consumo interno. Al mismo tiempo, losmandos medios y las estructuras paramilitares que no se desmovilizaron, o que volvieron a delinquir después de la reintegración, se están reorganizando y se están trasladando a las grandes ciudades.Bogotá se ha convertido en la plaza más atractiva para el microtráfico y para el lavado de activos. Es la ciudad más poblada y la más rica. Antes, cuando las mafias tenían sus ojos puestos en...
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