CIENCIAS

CONTRA EL DESTINO
Sergio R. Granados
Yo no sabía qué pasaba, mis padres siempre extraños, recuerdo que cuando era pequeño, siempre nos traían para arriba y para abajo, de lugar en lugar. Algunas veces nos quedábamos en casas de desconocidos para nosotros, o nos despertaban en la madrugada para irnos a no sé dónde, porque hasta hoy, desconozco esos lugares por los que mispadres nos trajeron durante mis primeros años.
Cuando crecí y pude comprender un poco las cosas, empecé a darme cuenta que las cosas que hacían mis padres y mis hermanos más grandes no estaban bien, pues siempre andaban como a escondidas, traían paquetes a la casa que no querían que yo tocara, ni viera.
Un día llegó la policía a la casa y preguntó por mi hermano, yo estaba solo, le dije que enla mañana había salido a trabajar, yo no sabía en qué, pero como así decía él, fue lo que dije. El policía me preguntó que si se había llevado un paquete, dije que sí, que llevaba un paquete. El policía le dijo a su compañero “ya está “, y se fueron.
Al día siguiente, mi hermano apareció completamente drogado, a tal grado, que tuvo que venir una ambulancia de la Cruz Roja por él, se había pasadode droga y estaba muy mal. Lo internaron posteriormente en un CRD, Centro de Rehabilitación para Drogadictos.
Cuando mi padre llegaba a casa, siempre lo notaba raro, ahora comprendo que andaba drogado, al igual que mi madre.
Yo en la escuela no podía concentrarme, no me hacía a la idea de vivir así, sin embargo, un día mi papá me llevó con él a entregar, según me dijo, una “mercancía” aTijuana, nos detuvieron porque mi padre iba manejando muy rápido y al cuestionarlo de la velocidad se comportó agresivo y sospechoso. Nos bajaron del carro y lo empezaron a revisar, primero a mi papá y después al carro. De repente, veo como uno de los policías le habló a alguien por radio y no pasaron ni tres o cuatro minutos cuando ya estábamos rodeados de más de diez patrullas con los códigosencendidos. Se bajaron y fueron directamente al carro de mi papá y pude observar cómo arrancaban los forros de los asientos delanteros, y allí donde yo venía sentado y recargado, estaban unos paquetes, supongo que de droga, que empezaron a sacar, a mi papá ya lo tenían tirado en el piso boca abajo y con las manos hacia atrás esposado. A mi me agarró del hombro uno de los policías que traía capucha negra.__¿Qué es tuyo?
__ Mi papá
__¿Cuántos años tienes?
__Nueve
__Van a venir por ti unas enfermeras__ dijo el policía.
__¿A dónde me van a llevar?
__A un lugar seguro para ti, no tengas miedo, después te llevarán a tu casa.
__¿Qué le van a hacer a mi papá?
__Tu papá está en serios problemas, no creo que salga pronto__ dijo el oficial muy seguro de lo que decía.

Me tuvieron dos días enun centro para menores infractores de Tijuana y luego me llevaron a mi casa. Por suerte, mi mamá no andaba haciendo de las suyas, y que, por suerte, también andaba en sus cinco sentidos, situación que favoreció para que me dejaran con ella. Noté que fingió tristeza cuando le dijeron lo de mi papá, pues nunca le preocupaba nada, ni siquiera cuando mi hermana drogada amanecía tirada y recargada en lapuerta de nuestra casa, ahí la dejaba hasta que volvía en sí, sola. Yo trataba de ayudarla pero no podía y mi mamá me decía que la dejara, que no tenía nada malo.

Durante la ausencia de mi papá, mi mamá se encargó del “negocio”, llegaban hombres seguido a la casa, traían cosas y se llevaban otras. Mis hermanos se iban por días y regresaban con mucho dinero que contaban en las madrugadascuando todo mundo se encontraba dormido. Yo me daba cuenta porque me levantaba al baño y me hacía el somnoliento y pasaba con los ojos como cerrados, pero sí alcanzaba a ver mucho, pero muchísimo dinero sobre la mesa y también mucho licor y un olor muy feo. Podía ver a unos señores con rifles en sus manos como si estuvieran haciendo guardia y listos para disparar a lo que se volviera sospechoso. Todo...