City ligths
La genialidad de Chaplin reside, entre otros méritos, en haber sabido crear ese personaje encantador que es Charlot, o el Vagabundo, el mismo en cada película (a excepción de algunascomo El Gran Dictador), el alma de todas ellas pero que, a la vez, está siempre colocado fuera, como un forastero que deambula en ese mundo hostil que casi siempre representan sus películas. Pero elrasgo que hace fascinante al Vagabundo es su narrativa exclusivamente a base de lenguaje corporal. Al contrario que en otras obras del cine mudo, en las que los personajes parece que desean hablar, elVagabundo de Chaplin es intrínsecamente mudo: él es siempre un marginado, un observador, el solitario, no tiene hogar ni amigos, existe sin transmitir en un plano distinto al resto de personajes y serelaciona con ellos sólo a través de sus actos. Charlot fue creado por y para el mundo tranquilo, tal vez por ello, cuando Chaplin rueda City Lights en 1931, tres años después de la introducción delsonido en el cine, lo hace con total ausencia de diálogo, como si se tratase de una película muda; incluso en Tiempos Modernos, cinco años más tarde, Charlot continuará en silencio, el lugar en el quealcanza la máxima expresividad. Sus movimientos extraños, su inconfundible caminar de un lado hacia otro, su desenvoltura al moverse o caminar desequilibrado y enorme serie musical no precisa dediálogos que interrumpan el flujo de la acción, porque cada plano habla por sí sólo, claramente, sin necesitar de discurso alguno, construyendo ese lenguaje del cine. Esta película creo contiene casi todo elconjunto de matices que aportó al Cine. En ella se pueden encontrar las payasadas, la melancolía, el dramatismo, la burla de lo cotidiano, la caricatura social, el melodrama, los argumentos, lagracia, la fantasía, la ternura y la humanidad que contagian todas sus películas, la maestría al servicio de los detalles y, por supuesto, ese personaje al que dio vida y que se convirtió en uno de los...
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