Ciudadanía y prácticas contrahegemónicas en la escuela pública

Trabajo final Seminario DDHH 2012
“La escuela como constructora de la ciudadanía/Niñez, escuela y ciudadanía”

Consigna: tomar conceptos de la bibliografía enviada y relacionarla con dos o más jornadas, refutando las perspectivas de dichos autores, o profundizando en sus conceptos.

Ciudadanía y prácticas contrahegemónicas en la escuela pública
La ciudadanía no es un tema privado,cuando el chico deje la escuela debe estar preparado para poder pelear, combatir y transformar las cosas
Henry Giroux
En el siguiente trabajo trataré de aplicar conceptos teóricos formulados por Antonio Gramsci (FECHAS) y explicados durante la quinta jornada del Seminario “La escuela como constructora de cuidadanía/Niñez, escuela y ciudadanía” (hegemonía, sentido común, contrahegemonía y claseauxiliar1), a las distintas actividades que llevan a cabo la agrupación juvenil “Sudestada” y la ONG 13 Ranchos, presentadas durante la sexta jornada. Además, trabajaré con definiciones de autores como Raymond Williams(FECHAS) y Pierre Bourdieu, presentes en una compilación del neomarxista argentino José Tamarit2.
La coordinadora Sudestada, formada en el año 2008 e integrada por estudiantes yrecientes graduados del nivel secundario, lleva a cabo diferentes actividades de difusión y lucha en pro del bien juvenil (como movilizaciones a La Plata para reclamar infraestructura escolar, o al Consejo Deliberante del distrito para la efectivización del boleto estudiantil), y vendría a ser lo que Williams denomina emergente, es decir, nuevas prácticas, valores y significaciones que surgencomo producto de la dinámica social. A su vez, Tamarit diferencia dentro de lo emergente, lo nuevo hegemónico y lo nuevo alternativo. El primero está integrado y adaptado a “lo dominante”, mientras que el segundo se enfrenta a lo dominante tanto en el nivel del discurso como en el de las prácticas. Este último sería el caso de Sudestada, ya que a través de las medidas que lleva adelante enfrentaintereses de sectores concentrados (como los de la empresa de transportes La Perlita) y pelea por correrse de su lugar de clase subalterna. Y también DEBERÍA ser el papel de la escuela, que junto a la familia y el trabajo, construye subjetividad, y no solo “transmite” conocimientos “socialmente válidos”3. La educación, desde el punto de vista de Tamarit, cumple una importante función ideológica ya queel capital cultural que transmite no es otra cosa que el arbitrio cultural dominante( el cual, para llegar a serlo, debió imponerse sometiendo a otros arbitrios culturales) y en este punto, el docente, como clase auxiliar (porque no genera plusvalía y puede estar de cualquier “lado”)4, puede decidir ser crítico o cómplice de un discurso científico que se presenta como objetivo y neutro, pero queen realidad lo que busca es consolidar la hegemonía de las clases dominantes, entendida como la dirección moral e intelectual de la sociedad5. Dicho concepto implica mucho más que el logro y el mantenimiento del consenso activo de las otras clases, pues es el resultado de un proceso dinámico, complejo y contradictorio en cuyo transcurso se constituyen las conciencias de las personas, los mundosreales y posibles, nuestro pasado y el porvenir. Es así como la escuela, al ser atravesada durante, mínimamente, trece años por los estudiantes argentinos, puede reproducir las prácticas y significaciones ideadas para consolidar la hegemonía o puede generar alternativas que constituyan al pueblo en una fuerza social efectiva (contrahegemonía). En esta encrucijada es dónde Tamarit se plantea quépuede hacer el docente para promover procesos alternativos, es decir, dirigidos a formar ciudadanos libres, y propone algunas condiciones para intentar cumplir este propósito:
1. Para que la escuela sea popular, el pueblo debe colmar sus aulas. Aquí no se alude solo a las dificultades en el acceso, sino también al hecho de que la propia escuela deje de constituir un “factor de expulsión” de los...