Comentario De Texto

JOSÉ  MARÍA GUELBENZU
Adiós, 'glamour' 
 
1  Ahora que al mundo del cine lo acusan de repetitivo, de insustancial, de vivir a costa 2de remakes, de comedias tontas y de explosiones, llamaradas y toda clase de efectos 3especiales, no dejo de pensar en lo que fue el mundo de las estrellas hasta hace 4apenas treinta años, quizá menos. Porque lo cierto es que las llamadas estrellas de la 5pantallahan desaparecido del firmamento del cine. ¿Qué estrellas? Bien, estoy 6pensando en actores como Cary Grant, James Stewart o John Wayne, o en estrellas 7como Ava Gardner, Audrey Hepburn o Lana Turner. La verdad es que nadie les exigió 8ser grandes actores o actrices, aunque unos lo fueran de verdad y otros se limitaran a 9repetir su personaje. De hecho ha habido grandes actores (Charles Laughton,por 10ejemplo) que no alcanzaron la popularidad o el gancho de las estrellas, pero eso era 11sencillamente porque las estrellas eran otra categoría y lucían como tales por 12encima de cualquier otra consideración. 
13La verdad es que aquél era un mundo de una falsedad total en el que nadie era lo 14que parecía, pero también es cierto que sólo unos cuantos seres de origen humano 15entre muchosmiles alcanzaron la categoría de estrellas. Y si alguien me pregunta 16qué tenían esos elegidos que no tuvieran los demás, sólo les puedo responder con 17una palabra: glamour. 
  18Por lo general, las estrellas de hoy se caracterizan por ser efímeras o por ser 19sustituibles. Un año resulta ser la reina de las pantallas Cameron Díaz y cuando ya la 20tienes localizada resulta que ahora la reina esJennifer Anniston; y apenas unos 21meses más tarde la reina es una tal Angelina Jolie, pero luego abres el Tentaciones 22de la semana siguiente y resulta que la que manda es la hija de Goldie Hawn, que ya 23ni me ha dado tiempo a enterarme de cómo se llama. 
  24Los tiempos cambian, qué duda cabe, y también cambia la velocidad de crucero de 25los acontecimientos. Los músicos o los actores respondena necesidades simples, a 26representaciones inmediatas. No hay dos Lou Reed, pero hay centenares de Britneys 27Spears, y por eso son tan fugaces; hoy todos los ombligos van al aire. ¿También 28cambian los sueños? Las estrellas, los mitos, responden a deseos y originan sueños. 29El culto actual a la velocidad, a la prisa, al logro urgente, favorece el intercambio 30urgente, pero no permite eltiempo de reposo que necesita un símbolo para 31conformarse; quizá tenga que ver con la diferencia que existe entre un modelo y un 32espejo: el primero es un resumen de ejemplaridad, del orden que sea; el segundo se 33limita a reproducir nuestra imagen. 
34  No diré  que confundo a Gwyneth Paltrow con Cameron Díaz, pero sí diré  que, más 35o menos, me da lo mismo una que otra. La diferencia esescasa, el repertorio 36también y la imagen responde a un mismo estereotipo. También era un estereotipo 37la rubia, pero ¡vaya si se distinguía a Lana Turner de Marlene Dietrich! El problema 38está en que las estrellas eran símbolos y aun mitos, y las estrellitas actuales son 39chicas y chicos en todo semejantes a los espectadores que les contemplan. 40¿Democracia? ¿Igualitarismo? Me temo que la razónes el puro ejercicio de la 42compraventa. 'Cómprese a sí mismo' vienen a decirte. ¿Y las estrellas qué eran si 43no? Pues lo mismo, en efecto, pero tenían glamour, que es lo que no tenían los 44espectadores. 
  45La masificación sólo quiere más de lo mismo, y especialmente el consumidor 46quiere verse reflejado en las pantallas. No quiere imaginarse, quiere verse; ésa es la 47diferencia. Lasestrellas eran un producto, sin duda, pero entraban en una pantalla o 48en un salón y suspendían el aliento de los presentes. No juzgo; yo, como decía 49Guillermo Brown, sólo hago constar un hecho. ¿No hay mitos? Lo más parecido hoy 50quizá sea una Sigourney Weaver, el resto parece un interminable procesión de 51colegialas arregladas. Actores o actrices admirables sigue habiendo, es una línea que...