Competencias Profesionales

Tema 3
Producto 1
COMPETENCIAS PROFESIONALES
Eran los años 80's, 1985 para ser exactos, el año del terremoto, yo tenía 16 años y estaba realizando mis prácticas frente a grupo en una escuela de la colonia Del Valle ( o sea, ves?)… como olvidarla, tenía que cruzar buena parte del D.F. para llegar a ella, tomar dos camiones y el metro a la hora pico; grupos de 50 niños, tenía que ir con unaexcelente presentación, no sabía andar con tacones, la mochila pesaba por lo menos 10 kilos de material didáctico y caminaba más dormida que despierta pues las desveladas a esas alturas del ciclo escolar estaban ya pesadísimas con todo el trabajo de las 15 asignaturas que cursaba en mi grado.
Era mayo, en la escuela se realizaban los ensayos para el evento social del Día de las Madres, despuésdel recreo la maestra titular del grupo bajó al patio a ensayar el bailable en el que participaban algunos alumnos del grupo y me dejó a cargo de los restantes…. Ay, nada más de acordarme me da algo entre ternura, nostalgia y coraje: yo solita con esos canijos chamacos latosos, altaneros, popis y presumidos a los que yo les llevaba sólo 4 añitos pues eran de 6° grado, había dos más altos queyo. En sólo 10 minutos se me salió el tema y el grupo de control, el culpable: Mauricio (pinto chamaco creído, por cierto, sobrino de la directora). Cuando me di cuenta, ya les estaba gritando para sentarlos, callarlos y decirles qué trabajo tenían que entregar, gritos que ninguno escuchaba. Todavía recuerdo cómo se reían de mis amenazas de acusarlos con su maestra, con la directora, con su mamá ycon todo el que se pudiera. Era muy grande mi desesperación pues veía cómo avanzaban los minutos en el reloj mientras pensaba que pronto regresaría la maestra y aún no habría terminado mi trabajo con los niños, qué le iba yo a decir y qué cara le iba a poner cuando entrara y se encontrara con semejante desorden.
Fue entonces cuando se me ocurrió la brillantísima idea de pedirle a uno de miscompañeros de práctica que me auxiliara, estaba en el salón de al lado con otro grupo de sexto y el pobre estaba igual o peor que yo, pues la titular de su grupo también andaba ensayando y lo habían dejado igual que a mi cargo de los niños que no participaban en el bailable. Al ver la fiesta que traían los chamacos de su grupo no supe si decirle o no lo que ocurría en mi salón, pero finalmente lohice y él, con mucha seguridad y solidario conmigo se encaminó a mi salón, al que entró dando tremendos gritos y regaños a los niños. En un principio se sorprendieron al verlo pero instantes después lo encararon diciéndole que él no era su maestro y que no lo obedecerían pues sólo era un simple practicante (canijo Mauricio, pinto chamaco altanero sentirse sobrino de la directora y “conocedor” denuestros derechos y obligaciones como practicantes lo hacía creerse superior a nosotros), esa actitud hizo enojar mucho a mi compañero, quien sin pensarlo, soltó semejante coscorrón sobre la intocable cabeza de Mauricito, el más intocable de los intocables y de sus dos o tres achichincles incondicionales... Silencio… Creyendo haber solucionado el problema mi compañero regresó a su salón y yocontinué como pude mis actividades, un rato después la maestra titular regresó y llegó la hora de la salida, recogí todas mis cosas y cuando bajé a encontrarme con mis compañeros y compañeras de práctica, para irnos juntos como todos los días, me encontré con un gran silencio y rechazo, José Luis y yo fuimos presa de las peores miradas de desaprobación, era como si se avergonzaran de nosotros. Ycómo no, si nos informaron que la jefa de equipo se encontraba dentro de la dirección hablando con la directora y con la titular de mi grupo, Mauricio nos había acusado, y por nuestra causa estaban a punto de suspendernos la práctica a todos.
Minutos después salieron de la dirección Mauricito y sus amigos (las víctimas), quienes se alejaron dedicándonos su mirada más burlona y retadora. Nos...