Comprender La Arquitectura

Hay una proporción que ha llamado mucho la tención desde la Antigüedad. Es la llamada “sección áurea” o “número de oro”. Pitágoras y sus discípulos se interesaron por ella, los teóricos delRenacimiento la retomaron y en el siglo XX Le Corbusier basó en ella su principio de la proporción: el “Modulor”. Se dice que un segmento está dividido de acuerdo con la sección áurea cuando se compone de dospartes no iguales de las cuales la menor es a la mayor como la mayor es a la suma de ambas.
En los inicios del Renacimiento los edificios se construían por capas, con un nuevo conjunto de columnas yentablamentos para cada piso. Pero Miguel Ángel y Palladio introdujeron columnas de “órdenes colosales” que abarcaban varios pisos, y a partir de entonces no hubo límite para lo grandes que podíanser los órdenes ni para lo monumentales que podían ser los edificios.
A partir de entonces se estableció una diferencia esencial entre las proporciones de la arquitectura monumental y las de losedificios domésticos. El edificio monumental resultaba aún más llamativo cuando se colocaba en una hilera de construcciones corrientes, como se hizo con frecuencia con las iglesias italianas durante elBarroco.
Durante el Barroco no solo las iglesias se construyeron con una escala monumental; con frecuencia, también los palacios tenían unas dimensiones gigantescas. Las columnas y pilastras de laarquitectura exterior se introdujeron en las habitaciones y las dominaron.
Pero en el periodo Rococó llegó el apogeo del espacio pequeño. Incluso en las residencias oficiales se empleaban los sistemas deproporciones de la arquitectura doméstica, y en los castillos y los palacios se preferían la intimidad y el confort a la pompa y el esplendor.
El ritmo “uno, dos, uno, dos” nunca quedará anticuado.Se ha utilizado con la misma habilidad en las tumbas egipcias excavadas en las rocas y en los edificios de Eero Saarinen para la General Motors en Detroit.
Las iglesias del Renacimiento tienen un...