Comu

l debate por la cuestión del aborto volverá a tener una fuerte presencia cuando se lanzó la Campaña Nacional por el Aborto legal, seguro y gratuito en el año 2005. Para entonces, unabuena parte del movimiento de mujeres y las feministas se ha profesionalizado, diversificado, institucionalizado y homogenizado. . Las organizaciones de género han crecido notablemente endiversos espacios haciendo mas fuerte la discusión sobre los problemas que atravesamos las mujeres. Incluso, el aborto, ya sea su despenalización o legalización, tema de alto voltaje queno generaba consensos amplios, comienza a instalarse lentamente y a ser reconocido como un grave problema social que afecta de un modo notable a las mujeres de sectores populares ydemás clases.
En la Argentina, el Estado no reconoce el derecho a las mujeres a interrumpir voluntariamente el embarazo. El aborto es ilegal y está expreso en el Código Penal como delitocontra la vida, con sanciones para quien lo practica y para la mujer que lo cause. La legislación argentina penaliza el aborto con ciertas excepciones establecidas en el artículo 86 delCódigo Penal de la Nación.

Tendría mucho más para decir, pero prefiero que esta nota sea un puntapié disparador para iniciar el debate en todos los sectores posibles. La interrupciónvoluntaria del embarazo tiene muchas barreras institucionales y sociales y necesita de un consenso social que nos haga reflexionar y pensar un poco en nosotras mismas como mujeres y lasotras mujeres del mundo. Y qué los varones también puedan opinar sobre este tipo de interevenciones. Yo les preguntaría, cómo bien dijo una vez Galeano, “si los hombres quedaran embarazados,el aborto sería legal”; ¿eso sería así? Para poder desanudar al aborto o a la interrupción voluntaria del embarazo, primero deberíamos ayudarnos a desatar nuestros propios nudos.