COMUNICACION

DIEZ REFLEXIONES SOBRE LO COTIDIANO

El cuerpo
Gracias a esa mediación de músculos, huesos, nervios y sangre, es que nos ponemos en contacto con el mundo. Con nuestro entorno. Por y con el cuerpo es que nos sabemos vida. Cualquier reflexión sobre lo cotidiano debe partir de un reconocimiento de nuestra corporeidad; debe indagar en nuestra relación con esta fina arquitectura recubierta depiel. ¿Realmente somos habitantes felices de nuestro cuerpo? ^Cuanto hay aun de culpa en nuestra desnudez? Es que el cuerpo es un don, algo que nos ha sido dado. Y duramos a veces infinidad de tiempo para aceptarlo, para hacernos uno con el; hasta podemos llegar a mentírnoslo o a tratar de ignorar una pulsión o un apetito. Sufrimos de una miopía bastante notable con respecto a nuestra corporeidad,hasta el punto de querer moralizar buena parte de sus manifestaciones. Insistamos: si hay algo esencialmente cotidiano, es nuestro cuerpo. Y del tipo de relación que establezcamos con el, dependen nuestros miedos o nuestras seguridades. Porque el cuerpo nos pone en escena de manera permanente, porque es el mediador entre lo privado y lo público.

El tiempo
Estamos hechos de tiempo. Somos seresfinitos y, a pesar de ello, con aspiración de cielo. En ello radica nuestra calidad dramática. Sabemos del pasado por nuestra memoria, del futuro por nuestra imaginación y del presente no tenemos sino la certeza del instante. En esa evidencia del presente (tan fugaz, tan inasible, tan deleznable) estriba la riqueza de lo cotidiano. Dada nuestra condición de temporalidad efímera, no podemos asumircomo bandera ni la nostalgia ni el escepticismo. Hay que aprender a vivir con intensidad cada momento y a asumir sin temor lo que de azar trae consigo cada dia. La cotidianidad fluye y, en eso precisamente, radica su valor. Inmovilismo y falta de maleabilidad de espíritu imposibilitan el emerger de lo cotidiano.

El espacio
Un techo, una casa, un apartamento. La guarida, el encierro, lo íntimo. Elespacio es otro de los aspectos significativos en nuestra cotidianidad. Los espacios son más que lugares, son extensiones de una conciencia, extremidades de una voluntad. Y hay que aprender a reconocerlos y a respetarlos cuando sea necesario. Nos urge aprender un tacto para saber compartir, recibir o reverenciar ciertos lugares. Somos demasiado torpes con los espacios ajenos, quizá porque noritual izamos los propios o porque desconocemos las secretas lógicas de construcción de una habitación, un rincón o una casa. Damos por hecho los lugares, olvidándonos de que ellos son símbolos de territorialidad, manifestaciones o signos de lo íntimo. Al lado del respeto por los escenarios ajenos, es importante también la conquista de la "habitación propia", la lucha por el lugar personal, el logrode una zona de privacidad. La dimensión potente del secreto. Recordemos: quien aspire a mantener una libertad genuina debe construir sus propios espacios.
Las creencias
Somos hijos de una tradición. La cotidianidad está repleta de rituales, de formulas, de conmemoraciones. Morales y religiones, éticas, maneras de hacer o de decir, van adhiriéndose a nuestro cuerpo como una segunda piel. En cadauno de nosotros habitan miles de voces. Pero, lo interesan-te es ver c6mo ese caudal de memoria se actualiza en cada instante, renace en cada hecho cotidiano. Así operan las creencias. Son una serie de ideas heredadas, pasadas de generación en generación; son como la otra sangre de la especie. Todos participamos de ciertos credos; nos apegamos en mayor o menor medida, pero siempre están ahí comoun ángel tutelar o una reserva de agua fresca. Advirtamos de una vez, que las creencias son elaboraciones culturales; por ello, constituye una necedad darlas por verdades inobjetables. Lo peor que puede suceder con nuestras creencias en la vida cotidiana es convertirlas en fanatismos o en dogma. Vistas así las cosas, las creencias más útiles en nuestro diario vivir no son las que nos hacen mas...