Conferencia FCA UNAM

Visto desde una óptica radical, el rock y la música en general bien podrían ser vistos como un factor enajenante que evita que los jóvenes se politicen en exceso y causen problemas al Estado, aunquepor otro lado, ¿qué sería de este país si miles de sus más apasionados jóvenes no tuvieran como mayor aspiración convertirse en rock stars? ¡Dejaríamos de tener a Plastilina Mosh para tener nada más apuro Mosh! Ayer y hoy se lleva al cabo el festival Vive Latino. Una fiesta dedicada a la diversidad musical de México e Iberoamérica en las que miles de jóvenes se congregan para sumergirse durantevarias horas en un hedonismo musical extraordinario. Afuera, los narcos pueden seguir cortando cabezas y fumándose las cenizas de sus enemigos; afuera los políticos pueden seguir construyendo suscaballos de Troya. Pero al interior del Foro Sol quienes asistimos a este festival nos refugiamos de la cruda realidad y nos damos una oportunidad, aunque sea fugitiva, de ver el mundo con otros ojos, deescuchar el mundo con otros oídos, de interpretar nuestro complejo universo de hechos y símbolos a partir de sonidos y ritmos. Hoy me da la impresión de que música ha perdido la esperanza de cambiar almundo, tal vez se ha vuelto menos contestataria en un sentido político, pero sigue siéndolo en otros sentidos al permitirnos romper con todo, al despojarnos de nuestra cotidiana sumisión a la razónpara volvernos seres emocionales (que no emos), receptores gritantes y saltimbanquis de toda clase de emisiones. Visto desde una óptica radical, el rock y la música en general bien podrían ser vistoscomo un factor enajenante que evita que los jóvenes se politicen en exceso y causen problemas al Estado, aunque por otro lado, ¿qué sería de este país si miles de sus más apasionados jóvenes notuvieran como mayor aspiración convertirse en rock stars? ¡Dejaríamos de tener a Plastilina Mosh para tener nada más a puro Mosh! Por otro lado, hacer música es también una manera de hacer patria. Hay...