Consentimiento informado

EL CONSENTIMIENTO INFORMADO COMO DOMINIO PRÁCTICO


Por Luis Alberto VALENTE1


I INTRODUCCION

Recordaba el jurista argentino PEDRO FEDERICO HOOFT, el encuadre que efectuaba FRANCESC ABEL FABRE de la bioética, al decir que la mentada disciplina es el estudio interdisciplinar (transdisciplinar) orientado a la toma de decisiones éticas de los problemas planteados en los diferentessistemas éticos, por los progresos médicos y biológicos, en el ámbito microsocial y macrosocial, micro y macroeconómico y su repercusión en la sociedad y sus sistemas de valores, tanto en el momento presente como en el futuro.2
Como se sabe, el consentimiento informado es una regla de la bioética que se fundamenta en el derecho que toda persona tiene de disponer de su cuerpo y se sustenta en la asunciónde los riesgos que la intervención implica.
Pero para ello el procedimiento debe ser eficaz.
Y como bien lo ha dicho nuestra jurisprudencia comprende dos aspectos: a) que el médico obtenga el consentimiento del paciente antes de llevar a cabo el tratamiento; y b) que el médico revele adecuada información al paciente, de manera tal que le permita a éste participar en la toma de una decisiónacerca del tratamiento propuesto. 3
Nos ubicamos, pues, en el acto de informar y en las posibles anomalías que el procedimiento mismo pueda observar.4
El consentimiento informado, en la práctica, es un expediente que puede haber acaecido. Pero en la especie concreta, ese trámite puede haber resultado insuficiente, ya que no se previó, acabadamente, la situación de inferioridad querevestía una de las partes viscerales de esa relación médica: el paciente, que sin duda, es (por sobre todo) la parte diezmada por su propia situación.
A su vez, bien se recuerda que el concepto de necesidad terapéutica bonifica cualquier déficit del consentimiento ya que aquella constituye un subgénero del estado de necesidad. Lo mismo si se verifica una urgencia que obliga a actuar sin dilaciones.5II. EL CONSENTIMIENTO INFORMADO: SU RELEVANCIA TEORICA Y PRACTICA

El consentimiento informado se erige en una directriz inquebrantable de la nueva manera de concebir a la relación médico – paciente.6
Ya se sabe que ha quedado superada la visión paternalista en la relación que une al galeno con el enfermo. Éste último es considerado un ser autónomo y libre para tomar las decisiones quele conciernen, y que hacen a su salud, a su cuerpo y, en fin, a su vida y a la mima manera de concebirla.
El trámite es definido por RODRIGUEZ LÓPEZ, como el reconocimiento del derecho de los enfermos a negarse a un tratamiento, o lo que es lo mismo, la exigencia de que cualquier tratamiento o intervención deba contar con una información previa de sus riesgos y beneficios, y que seacomprensible; y así como la atribución de la capacidad de decisión sobre su realización última al enfermo, constituyendo una exigencia del principio de autonomía.7
Esa misma definición plantea la necesidad de que la información sea comprensible. Y al decir ello, queda inmersa la idea de que también debe ser completa y continuada. Con esto último queda de manifiesto que, de ser viable, no puede agotarse enun solo acto.
Se trata entonces de delinear un mandato dirigido a los profesionales consagrados al arte de curar y a las organizaciones sanitarias en general.
Debe ajustarse a un contenido concreto y eficaz a los fines a los que destina: el de informar conveniente y ajustadamente.
El nivel intelectual y emocional del paciente son factores no menos mensurables.8
Lo expuesto permite concebir alconsentimiento informado como un apéndice demandante de la fina aplicación de la lex artis ad hoc.
Ya lo expuesto nos permite hablar de una lex artis informativa que debe contemplar los posibles vaivenes de toda dinámica terapéutica, previendo incluso, las lógicas contradicciones de la parte débil de la relación, presa tal vez de perturbaciones mentales y cognitivas.
Ello – a su vez - se...