consumo compulsivo en la infancia




“La infancia actual y el consumo compulsivo”


Asistimos a una época de grandes cambios en lo referido a los modelos socioeconómicos provocando efectos significativos en el ámbito social, en los valores culturales, las modalidades discursivas, los vínculos y por ende, en la estructuración de la subjetividad.
Desde la mirada psicoanalítica no podemos dejar de relacionar el sujeto y elcontexto socio - cultural en el cual está inserto. Al hablar del fenómeno del consumo, como uno de los rasgos sobresalientes de nuestra cultura, sociedad. Podríamos decir que el consumo, es hoy, el terreno por excelencia de la reproducción cultural, insistencia y repetición significante. El consumo, es consumo material, pero también consumo simbólico. A partir de este acto se obtiene valorfuncional e instrumental, en tanto se consumen objetos necesarios para la existencia material pero se obtiene también un plus, una identidad simbólica en el mundo. El consumo material  de objetos es profundamente cultural y simbólico, ya que los productos producen signos sociales y también sentidos. Paradójicamente, en la sociedad llamada "materialista" si bien la práctica cotidiana es material, acción yefecto de comprar, los productos son productos culturales, impregnados de hábitos, costumbres, valores, son generadores de sentidos. El sujeto construye su mundo, en el mundo y con el mundo. ¿Podríamos pensar que el sujeto establece un vínculo (de proyección e identificación) con los bienes de consumo y su carga cultural, que estaría contribuyendo, desde su valor simbólico, a cierta constituciónde identidad subjetiva?
Partimos de la premisa básica de que todos somos consumidores y podríamos pensar que es factible que tengamos algunos hábitos de consumo no demasiado conscientes, si bien hay seguramente una lógica que sostiene, un sentido, un por qué y un para qué, no necesariamente esta lógica se ajusta a la lógica racional. Compramos en relación a los atributos con los cuales lograronvincular un determinado producto, éxito, juventud eterna, ilusión de hermosura, o aquella cualidad particular  que nos permite alguna gratificación quizás no demasiado pensada.
El sistema de mercadotecnia ha construido esta modalidad de vida que impregna lo cotidiano.
Sabemos que los niños no son todos iguales a través del mundo, pero se parecen más, en algunos aspectos, de lo que se parecieronen otras generaciones debido a la oferta de consumo que recorre el mundo. Mac Donald's se ha convertido en las distintas partes del globo en el restaurante preferido. Una niña de Argentina, de Japón, o de EE.UU., juega con la misma muñeca Barbie, la chica ganadora que cumple todos los roles, no envejece, es millonaria, tiene a su perfecto amigo Ken y lleva vendido más de mil millones de muñecas enciento cincuenta países.
"En algunos casos el niño no concreta efectivamente ciertas compras, debido a su corta edad, pero actúa como protagonista en la decisión de compra a través de las peticiones hechas a los padres". El niño de hoy toma decisiones a temprana edad y realiza acciones consecuentemente, decisiones y acciones que al niño de ayer le estaban vedadas, compra una remera porque tienea un personaje animado, o decide qué yogurt va a comer porque trae las tapitas coleccionables.
"El consumo transcurre principalmente en un orden simbólico en donde los consumidores tratan imaginariamente de colmar su deseo. Se ofertan y se demandan esencialmente imágenes, re-presentaciones de ausencias, aquello del orden de lo imaginario, espejos en los cuales el consumidor gustaría de verse.La considerable importancia que va adquiriendo día a día la población infantil desde el punto de vista económico, ha llevado a un número cada vez mayor de empresas a integrarla progresivamente en su reflexión cotidiana sobre el marketing.
Los niños constituyen una categoría de consumidores particularmente ávida de productos nuevos, podríamos pensar esto desde la pulsión epistemofílica, que lo...