Contabilidad

La escuela debe morir
El Heraldo.05.5.2012
Como una moda, ahora todo el mundo habla de matoneo, hace unos días a nadie le importaba. Las culpas se la empezaron a echar unos a otros.
Los unosdijeron que eran los maestros por no darse cuenta, los otros que eran los padres porque ponían el mal ejemplo, unos –los menos creativos– empezaron otra vez a hablar de la crisis de valores, otros leecharon la culpa a Internet, a la televisión y a todos los medios de comunicación. Finalmente, los más efímeros, hablaron de “todo tiempo pasado fue mejor”, de “eso antes ni se veía”, de “las generacionescómo han cambiado”.
Quizás el problema esté más allá, cifrado en las intimidades y las razones ocultas del sostén de la escuela. No es uno o en el otro, sino en la esencia que la conjura. Sinembargo, confieso que en esta columna existen los sesgos de una subjetividad que detesta con fervor al proyecto escuela: odio la escuela y creo que debe ser asesinada, echada a la hoguera, exorcizada,enterrada, eliminada. Debe nacer de nuevo hecha otra cosa.
La escuela necesaria y salvadora es casi un mito. Los casos de escuelas, que pese al cinismo que encarna el proyecto que las convoca, soncapaces de contribuir sistemáticamente a la felicidad de los niños, son pocos
No odio a experiencias exitosas –que por fortuna existen- ni a maestras y maestros excepcionales. Odio a la generalidad quemata la creatividad de los niños obligándolos a guardar silencio en un mundo que requiere más de sus palabras.
Esa generalidad, que enuncio como escuela, que los condena a una vida de tareas inserviblesy eternas, como si sintiera envidia de los felices que son cuando juegan. Esa generalidad que asusta y les hace aprenderse las tablas de multiplicar con miedo, que les enseña que fracasar no esaprender, y que los amenaza con unos y ceros.
La odio porque reproduce el modelo que fortalece al más hipócrita, al más servil con el sistema, al más alienado. Refuerza al que no cuestiona, al que no...