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Capítulo 3
Jaime se había sentado debajo del árbol, procurando no mirar en al hombre de gafas oscuras. Una niña pequeña, con una criatura cargada en la espalda vendía chicles.
Los dosniños que vendían caramelos también ofrecían limpiar los parabrisas de los autos, la mayoría de la gente dentro de los vehículos cerraba sus ventanas. Para Jaime la mañana había transcurridocon mucha lentitud. Apoyo la cabeza contra el tronco del árbol y se quedó profundamente dormido, casi de inmediato lo despertó el impacto de una piedrecilla contra su frente. Abrió los ojosy vio que era la Flaca quien las lanzaba.
-¡Ey, deja de tirarme piedras!-
-Bueno pero que conste que quería despertarte para devolverte algo tuyo- la Flaca sostenía el suéter de Jaime.Jaime se levantó y le quito la prenda de un solo tirón. –Oye ¿Qué, ahora me ibas a quitar mi suéter?- reclamó indignado. ¡No seas tonto! ¿No ves que te lo estoy entregando? ElBota-la-Pepa lo cogió en un instante y yo se lo quité para que no se lo llevara. -¡Ahora sabe que eres mi amigo y no va a volver a robarte el suéter!- Bota-la-Pepa era un niño de unos 8 años. Tambiénun niño negro se les acercó y se presentó como el Negro José –Bueno, el Calzón Tierno se fue, así que podemos hablar un ratito- Está bien pero debo asegurarme de pedir permiso para que elvenda chocolates. Ya saben que esto no se puede hacer sin permiso
-¿Sin permiso a la policía?- preguntó Jaime.
La Flaca y el Negro José se rieron a carcajadas
-¡Qué bruto eres! ¡Lapolicía!- se burló la Flaca.
La que manda es la Tía Meche. Ella es la jefa y decide quién trabaja, dónde, cuándo y cómo.
-Oye, Flaca, ¿Por qué el no habla?
-Porque no puede, y nadie sabe larazón
-¡Caray!, qué horrible no poder hablar-
Jaime había decidido volverse un vendedor callejero en la ciudad y ganarse la vida como la Flaca, el Bota-la Pepa y el Negro José.