Cotopaxi
También existe una narración de Dionisio de Alcedo y Herrera en su "Descripción de la Presidencia de Quito" donde hace mención a la "reventazón" ocurrida en el año de 1698.A partir del siglo XVIII, se han recabado otras emisiones de este coloso. Para el caso la "Historia del Reino de Quito" del Padre Velasco donde se expresa: «Quiso entonces darse a conocer mucho másfamoso y terrible que los Etnas, y los Vesubios. Dio principio con espantosos y continuos bramidos y con arrrojar pirámides de humo, costumbre con que quedó hasta estos últimos tiempos. Las prolongadaslenguas de fuego, peñazcos encendidos, en todas las erupciones ha echado agua, solo comparables con la inmensidad del mar».
Sobre la erupción del 6 de junio de 1742, afirma «No hizo daño particularcon terremotos, pero si con la venida de aguas, que robaron muchas haciendas, ganados, molinos y algunas casas del Barrio caliente del asiento de Latacunga. Las cenizas, arena y menuda piedra, ocuparonmuchos centenares de Leguas, en circunferencia, circunstancia que se observa en todas sus erupciones».
También es registrada la erupción de 1743: «Fue precedida no solamente de bramidos e incendiospor la boca, sino del fenómeno más raro que se observo en todo el monte. Déjose ver todo interior encendido, no de otra suerte que de un farol, transpirando por millares de grietas y aberturas, elocéano de sus interiores llamas. Tampoco hizo daño con terremotos y la grande erupción hizo de solas aguas, causó menores daños por estar ya robados los ganados y los haciendas de sus anchurosos...
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