Crónica de seguridad ciudadana

Nombres: | Fátima Antezana – Sarah Martínez – M. Alejandra Salinas |
Fecha: | 17 de junio de 2011 |
Trabajo: | Crónica |
Temática: | Seguridad ciudadana |
Crónicas de la urbe paceña: Robos y asaltados en taxis y radiotaxis
La Paz.- Los radiotaxis han sido identificados por los delincuentes como un excelente medio para ejecutar sus asaltos a incautas personas que desafían a su suerteusándolos al azar.
18… 19… 20… Pararme, correr hacia abajo y nunca mirar atrás. Son las palabras que repite Ana Rojas (nombre ficticio) antes de empezar su descenso por una calle empedrada de la zona de Tembladerani de la ciudad de La Paz. Son como a las 11 pm. y Ana fue trasladada del espacio de cautiverio a una calle desconocida en el mismo radiotaxi que tomó la noche de su secuestro, pasando porvarios lugares de la ciudad sin temor. Con veinte bolivianos en el bolsillo de su saco, que pusieron los secuestradores, Ana fue liberada tras estar cuarenta y ocho horas secuestrada. Las instrucciones de los secuestradores fueron claras: la primera era bajar de automóvil, acostarse en el suelo y contar hasta 20 antes de pararse y correr, la segunda era corre y nunca darse la vuelta porque si lohacía recibiría un disparo, y la tercera era que no intentara hacer la denuncia a la policía porque ellos volverían.
Según el Departamento de Seguridad de las Naciones Unidas, los delincuentes utilizan las siguientes excusas para desviarse o detenerse en el trayecto: me quede sin combustible y debo pasar por un surtidor de gasolina, tengo una llanta baja y debo parar un momento en una llantería, estaruta es más corta o no se puede pasar están arreglando la ruta. El único objetivo es desviarse de una ruta concurrida para llevarlo a un lugar donde poder asaltarlo, tal vez inclusive donde lo esperen personas que colaboran con él. El delincuente con el objetivo de que sus cómplices aborden el vehículo va disminuyendo la velocidad o parando, empleando los siguientes pretextos: ¿Puedo prender uncigarrillo?, pretende buscar algo debajo del asiento, ¿le molesta que suba las ventanas? o manipular monedas.
Cuarenta y ocho horas antes, en la avenida 20 de octubre, Ana salía de cenar con unas amigas de un restaurante de la zona de Sopocachi. Tras despachar a todas sus amigas, se dispuso a tomar un radiotaxi para ir a su domicilio en la misma zona. Abordó un radiotaxi que pasaba por la calle,notó que tenía identificativos de una línea conocida por lo que no dudó en subirse. Ya en el automóvil, Ana indicó al chofer la dirección a donde se dirigía, este empezó su recorrido sin apuro. Después de recorrer dos cuadras sobre la calle Aspiazu, casi en la esquina de la avenida Ecuador, dos hombres abordaron el automóvil.
Ana trató de entender lo que sucedía pero un golpe en la nuca la dejóinconsciente por varios minutos. Tras despertarse, trató de abrir los ojos pero los tenía vendados, uno de los hombres le explicó que no se asustara y que si cooperaba no tendría ningún problema. Ambos hombres estaban sentados a los costados de Ana, cuidando que ella no escapase ni pidiera ayuda. El recorrido culminó después de diez minutos de viaje, Ana solo sintió que entraban a un garaje. Tratandode escuchar el ruido de la calle, Ana no se percata de tener puesta una capucha en la cabeza, aun más gruesa que la venda de los ojos.
Ya en el garaje, fuera del automóvil, Ana es introducida a un cuarto por una mujer que simula estar coja y habla con acento extranjero. Ni cinco minutos pasaron para que sus secuestradores le pidieran los números clave de las tarjetas de débito que ella portabaen su billetera. Considerando la situación y desventaja en la que se encontraba, accedió de forma rápida a otorgar la información. Ante esta actitud colaboradora, los secuestradores le preguntaron si fumaba, ella asintió con la cabeza y le preguntaron qué marca de cigarrillos quería, ella respondió que no importaba la marca. Ana puede asegurar que no fue maltratada, durante su encierro, el...