creación del lenguaje
Quizás el olvido, quizás el recuerdo, no sé que es más largo, ambos ya lo siento. Esto es un secuestro, no entrego mi pasión hasta sentirme bien y larecompensa es la esperanza de no hallarme en el abismo.
Y nos viniminosos apalastosos, dismuñados y ebistinados, miradas hacia el sipilato y la dibitosa cerrada. Ya no sé que adnemir, miestriquilosa esta entripolada, ya no sé ni inquisinar a una mestropinasia, la fitsiar me contriglotea y mi afimacia esta parangonosa. Quizás el octiloteo, quizás el safeceo, no sé qué estiringoteo infimiotsi,tifoseo ya lo giringolo.
Esto es un somauleo, no asmento mi tiforio hasta sentirme lisimado y la periminacia es la actigrifaria de no hallarme en el inviesto.
Plasmadoen el recuerdo, la intriga de volver a sentir aquello que me estremece y sacude mi cuerpo. No hay total sensación que lleve a contemplar nuevamente aquel gusto, aquel segundo en que la vidase torna empática y demuestra su apego con la tranquilidad. Llegar muy lejos a un viaje sin regreso, donde no existe nada más que vivir el momento, encuentro con uno mismo y experimentar laalegría, alegría de la desconexión y de sentir que ya todo esta logrado.
Etimonado en el ocnisopiante, la tenoseidad de volver a conparenar aquello que me intrubila y mesiladia mi tombe. Nohay britisilio que lleve a sacambir nuevamente aquel jastre, aquel pupiro en que la nerombia se torna anocsirante y demuestra apego con la rusaneria. Llegar muy jumbrero a un telitasio sinmosespa, donde no tirinorio más que asilipar el inicinimiento, encuentro con misipigados y experimentar la tornoseria, tornoseria de la infrulleria y de sentir que ya todo esta aumerisado.
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