Cronica De Un Mercado

CRONICA
El calor del centro calentaba mi cabeza como un nido expuesto al sol, mi primera sensación al entrar a ese colorido lugar fue percibir un olor intenso al refrigerador de mi abuela, erauna mezcla de hierbas secas y sudor acido, conforme me adentraba a ese lugar obscuro me cercioraba de tener conmigo mi bolsa, el ambiente era hostil como reos con hambre de alguna posesiónmaterial, la mirada de aquellos hombres me hacía pensar que era la última mujer en la tierra
Una carcajada irreverente poco común, salía de una mujer con sentido de la moda excepcional, con unospasadores de la navidad pasada, y unas medias parecidas a un arcoíris tapaban sus piernas de espagueti, sus brazos con quemaduras de cigarros estaban decorados con diversas pulseras, y su pelo blanco comola nieve mostraba el nuevo corte que ella misma se acababa de hacer, ella era Irma la loca.
La gente a su alrededor se empeñaba en su trabajo sin pensarlo, las maquinas de a peso era un deportesocial en ese lugar.
Al recorrer el otro lado del gran lugar, percibí el olor a cuero procesado, era un olor a rancho, solo que no lo acompañaba el asado en ese festín olfativo, ahí las caraslargas eran parte de la vida diaria. Al subir las pequeñas escaleras que juraría que eran hechas para un niño, un olor a desperdicios me golpeo, los techos de los pequeños puestos estaban repletos debasura. Desechos que los seguían como los sigue su conciencia.
Las piñatas tristes sin color, estaban a la par de la cabeza de la gente y ya era una costumbre agacharse para no rosar su ingenio enellas.
Unas risillas tontas, me hicieron voltear, eran dos adolecentes con una pequeña falda de secundaria tomadas del brazo, alborotadas y aniñadas, se movían de un lado a otro tocando cada listónque adornaba aquel serio paisaje, las miradas coquetas robaban la atención de los hombres sin importarles la edad, eran cuerpos casi desarrollados y su mirada revelaba la inocencia perdida.