Cronica

Crónica Por: Henry J. Magaña Novelo

Si pusiéramos mas atención y detalle en que es lo que en realidad hablamos todos entenderíamosporque nuestro país es nuestro país. Sentado en aquel tan tranquilo y sin imaginar la mafia que lo envuelve un espacioso parque manchado por pintas algunas blancas algunas verdosas pero siempreexcremento de paloma, envuelta de una arboleada detrás mío queda aquel parque pues me he acomodado en el arriate que cubre al parque al costado de dos jóvenes de escasos 17 años quienes se entretienen conuna platica motivadora en cuanto a los problemas de la edad. Sabiendo que en ese momento es hora de los estudiantes sin rumbo ni casa solo hasta las 2:30 pm y que los horarios parecen turnarse en elepicentro de la ciudad, a las 4 de la tarde aquellos enamorados que buscan un momento mas acogedor y menos intimo como lo es a la 1pm cuando la carne juvenil parece mas que rosarse, contrastan con losintelectuales de las redes sociales toman dominio del área del internet gratuito, mientras que siguen las protestas enfrente del palacio de gobernación esta vez por algo que nunca pasaría“incumplimiento” podrías caminar al centro del parque principal, pero temes ser detenido por un agente de ventas de aspecto pandroso, con el cabello hecho enredadera y los propios hedores del cuerpo humanoofreciéndote el ultimo grito de la moda un collar artesanal o un pulso hecho en México por unas manos que no tienen ganas de buscar un buen trabajo, y bien sabes que el vendedor suele alejarse después de lacuarta negativa temiendo de algún insulto o agresión por el rechazo.

Que contrastante la hora y el momento, la gente y los movimientos, y el curioso dato de que los jóvenes solo ocupan un costado delparque, yo ya sabia que era así pero nunca había analizado en el porque psicológico del asunto que hasta ahora me pregunto, acaso es mas seguro o será mas cercano a las tiendas de chatarra, o...